Ante un entorno económico internacional todavía marcado por incertidumbres, es necesario actuar con cautela. La inflación, el crecimiento sectorial, la balanza de pagos, las finanzas públicas y la situación económica mundial componen el arsenal de parámetros que el BAM examina de cerca. “La incertidumbre sigue siendo elevada”, subrayó Jouahri, advirtiendo del riesgo de un repunte inflacionario debido a las tensiones económicas y geopolíticas internacionales.
Inflación al 1%
Aunque el gobernador del banco central prefiere no cantar victoria frente a la inflación, está claro que ésta ha disminuido significativamente. Tras un ligero aumento hasta el 1,3% en el tercer trimestre, volvió al 0,7% en octubre de 2024. Esta desaceleración es atribuible principalmente a la acentuación de las caídas de los precios de los productos alimenticios con precios volátiles y de los combustibles. Al mismo tiempo, el aumento de los precios regulados se mantuvo sin cambios en el 1,9%. La inflación subyacente se mantuvo en un nivel moderado, situándose ligeramente por encima del 2%, dentro del objetivo del banco central según el Wali.
Las expectativas de inflación, según revela la encuesta trimestral del Bank Al-Maghrib a los expertos del sector financiero, indican que estos últimos esperan una tasa media del 2,3% para el horizonte de 8 trimestres y del 2,4% para el de 12 trimestres, lo que demuestra un anclaje de las expectativas. .
Así, para el banco central, en 2024, la inflación se situaría en torno al 1%, tras una tasa del 6,1% en 2023. Debería seguir siendo moderada a medio plazo, situándose, según las proyecciones del Bank Al-Maghrib, en el 2,4% en 2025. y 1,8% en 2026.
Como recordatorio, el consejo de BAM aprobó una reducción de 25 puntos básicos en el tipo de interés clave, llevándolo al 2,5%. Una decisión justificada por esta inflación ahora contenida en niveles compatibles con el objetivo de estabilidad de precios.
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