La fibrosis quística, que afecta principalmente a los pulmones, es una enfermedad genética que afecta aproximadamente a 1 de cada 3.000 personas. La diabetes asociada a la fibrosis quística (CFAD) es la complicación más común de esta enfermedad. Es una forma rara y única de diabetes que se diferencia de las formas más comunes, como la diabetes tipo 1 y tipo 2. Ocurre como resultado del daño al páncreas causado por una mucosidad espesa que bloquea sus conductos.
Con la edad, la CFAD se vuelve más común y su prevalencia aumenta del 3% en niños al 50% en adultos mayores de 35 años. Desde 2021, la aprobación en Canadá de Trikafta ha revolucionado la atención al ampliar significativamente la esperanza de vida de las personas que viven con fibrosis quística. Dado que este fármaco mejora enormemente la función pulmonar y prolonga la vida, el número de personas que padecen diabetes está aumentando.
Como las opciones de tratamiento evolucionan rápidamente, era necesaria una actualización de las recomendaciones. Las primeras directrices canadienses acaban de ser publicadas por un equipo dirigido por los profesores del Departamento de Nutrición de la Universidad de Montreal Adèle Coriati y el Dr. Rémi Rabasa-Lhoret.
Una actualización centrada en la prevención
Adèle Coriati
Crédito: Cortesía
Para desarrollar esta guía, el equipo de investigación primero celebró varias sesiones con pacientes asociados en todo Canadá para conocer las brechas actuales y sus necesidades en la detección, el manejo y el tratamiento de la CFAD.
“Los pacientes expresaron el deseo de tener una mejor comprensión de las cuestiones relacionadas con la CFAD y un tratamiento temprano para evitar las complicaciones de dos enfermedades crónicas que se combinan”, dice Adèle Coriati, también investigadora del Centro Integrado de Investigación de la Universidad de Servicios Sociales y de Salud de la Universidad de San Francisco. la Isla Norte de Montreal, en el Hospital Sacré-Cœur-de-Montreal y en el Centro Jean-Jacques-Gauthier.
A raíz de estos debates, la guía clínica fue diseñada según un proceso evolutivo estructurado en torno a cuatro ejes: organizar la atención con un equipo interdisciplinario, simplificar el cribado, individualizar las recomendaciones de estilo de vida e integrar nuevas herramientas de monitorización de la glucemia y algunos tratamientos disponibles para otras formas de diabetes.
El lugar de la nutrición
Rémi Rabasa-Lhoret
Crédito: IRCM
Para tratar la DAFK, Adèle Coriati y el Dr. Rémi Rabasa-Lhoret recomiendan una atención integral, que incluye adoptar un estilo de vida saludable (actividad física y nutrición), tomar medicamentos (como Trikafta) y, si es necesario, inyectarse insulina.
En este sentido, las recomendaciones dietéticas para personas con CFRD difieren mucho de las de personas con otros tipos de diabetes. Dependen del peso y de la función pulmonar del individuo, sabiendo que la fibrosis quística a menudo conduce a una pérdida de peso y de función pulmonar, mientras que Trikafta tiene el efecto contrario.
“Las recomendaciones deben ser individualizadas. Queremos evitar la pérdida de peso, pero también la obesidad, que empieza a afectar a esta población. Por ejemplo, recomendamos distribuir la ingesta de hidratos de carbono entre las distintas comidas del día, consumir fibra para prevenir la dislipidemia y limitar los productos ultraprocesados”, explica Adèle Coriati.
De ahí la importancia de establecer un equipo de atención que oriente al individuo a elegir el plan de tratamiento que mejor se adapte a sus necesidades y a su condición física y mental.
Canada
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