Irak anunció que había enviado vehículos blindados el lunes para reforzar la seguridad en su larga frontera con Siria, donde los grupos rebeldes lideran una deslumbrante ofensiva en el norte del país.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó de la llegada a Siria, a través de la frontera iraquí, de unos 200 combatientes de una facción armada iraquí proiraní, enviados a la región de Alepo para apoyar a las fuerzas del régimen.
En el norte de Siria, la ofensiva relámpago de los rebeldes liderados por islamistas radicales ha causado entusiasmo en los círculos políticos y de seguridad de Irak.
El país sigue traumatizado por el meteórico ascenso al poder de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en 2014 y la conquista de casi un tercio del territorio iraquí. Los yihadistas fueron derrotados en Irak en 2017.
Según el Ministerio de Defensa iraquí, “unidades blindadas del ejército iraquí” fueron enviadas “como refuerzos hacia la frontera” en un eje que va desde Al-Qaim hasta la frontera jordana más al sur. Según la misma fuente, también se desplegaron “refuerzos” similares en la zona fronteriza norte, en la provincia de Nínive.
“Cualquier infiltración en la frontera sirio-iraquí es absolutamente imposible debido a las fortificaciones y unidades de combate ubicadas allí”, afirmó el lunes el portavoz del Ministerio del Interior, general Moqdad Miri, en una conferencia de prensa.
Un discurso que todos los altos mandos iraquíes vienen repitiendo en los últimos días en relación con los 600 kilómetros de frontera.
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