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Los primeros baños rituales del lunes por la mañana en Prayagraj (norte), India, dieron inicio a la peregrinación hindú del Kumbh Mela. Esta concentración se presenta como la mayor de todos los tiempos: se esperan 400 millones de fieles en seis semanas.
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13 de enero de 2025 – 02:20
(Keystone-ATS) Antes del amanecer, los primeros grupos de peregrinos se sumergieron en las frías aguas de la confluencia de los ríos sagrados Ganges, Yamuna y el mítico Sarasvati para, como exige la tradición hindú, lavar sus pecados.
“Esta es una oportunidad ineludible para un hindú”, resumió Reena Rai, una empresaria de 38 años del estado de Madhya Pradesh (centro), a mil kilómetros de distancia. Organizado cada doce años, este encuentro promete batir todos los récords este año, del 13 de enero al 26 de febrero.
Las últimas celebraciones religiosas celebradas en el mismo lugar en 2019 reunieron a 240 millones de fieles, según el gobierno. En comparación, la gran peregrinación musulmana anual a La Meca, en Arabia Saudita, solo reunió a 1,8 millones de fieles en 2024.
Procesiones
Los organizadores han instalado 150.000 baños, 68.000 farolas y una ciudad de tiendas de campaña que cubre un área equivalente a dos tercios de la península de Manhattan en Nueva York. Una multitud compacta de peregrinos de toda la India y más allá se establecieron allí durante el fin de semana.
A pesar de la lluvia, los bañistas comenzaron a congregarse el domingo a lo largo de las orillas de los ríos, al son de tambores y en medio de procesiones de elefantes y tractores cargados de estatuas de dioses o diosas.
Además de lavar los pecados, los baños tomados en la confluencia de ríos sagrados durante el Kumbh Mela también permiten liberarse del ciclo de renacimiento y reencarnación.
Cientos de barcos están listos para recibir a aquellos que no se conforman con la inmersión en las orillas llevándolos en medio del agua hasta el Sangam, el punto exacto de confluencia de los tres ríos.
La policía india desplegó un gran número de tropas para garantizar, según un portavoz, la “máxima seguridad” a los peregrinos. Por todas partes, las callejuelas de la efímera ciudad nacida en Prayagraj (la antigua Allahabad) estaban adornadas con carteles que glorificaban al primer ministro ultranacionalista hindú, Narendra Modi, anunciado in situ.
