Ha pasado más de un mes desde que Guiniane Ciss tuvo noticias de su hijo Modou Sène y de su nieto Youssou Diop, desaparecidos en el mar desde el 3 de diciembre de 2024. Angustiada, vive una angustia insoportable mientras la búsqueda intensa no produce ningún resultado. Lanza un grito desgarrador, con la esperanza de encontrar a sus hijos.
Guiniane Ciss es una madre angustiada. Desorientado. Ella está desconsolada. De 50 años, desde hace más de un mes muestra una mirada oscurecida por la tristeza y la angustia. Se siente perdida en un océano de desesperación. Su hijo Modou Sène y su nieto Youssou Diop, todos hombres solteros de unos treinta años, han desaparecido, y su ausencia crea un vacío profundo e inexpresable en su vida. “Según me dijeron, se embarcaron con dos de sus compañeros en su canoa el 3 de diciembre de 2024 para ir a pescar en el río Gambia, más precisamente en Bandiol, a 50 km de Banjul. Debían regresar el 7 de diciembre de 2024. Pero desde entonces, no hay noticias de ellos. Desaparecieron en el mar y, hasta ahora, no se ha encontrado ninguno de sus efectos personales, a pesar de las intensas búsquedas realizadas”, afirmó Guiniane Ciss, contactada por teléfono. Al final de la línea sentimos la tristeza que lo asalta.
Nacida en Tatène Sérère (Jobaas), un pueblo situado a 15 km de la región de Thiès, de donde también procedían los dos desaparecidos, Guiniane Ciss no tiene gusto por la vida desde que se conoció la noticia. Ya no duerme profundamente y ya no come hasta saciarse. “Estoy traumatizado. Ya no duermo, mis noches están atormentadas por visiones oscuras. Yo tampoco como. Ocupan constantemente mis pensamientos. No sé si están muertos o si siguen vivos. Queremos que las autoridades nos ayuden a encontrarlos. Por nuestra parte, hemos consultado a muchos morabitos que nos dijeron que todavía están vivos. Hacemos las ofrendas que nos recomendaron y seguimos orando para encontrarlos sanos y salvos. No perdemos la esperanza”, narra haciendo pausas que delatan su dolor. De hecho, Guiniane Ciss fue la última persona en enterarse de la desventura de su hijo y de su nieto. Su marido, sabiendo que su salud era frágil, intentó protegerla de la noticia. Él no le dijo nada. Pero eventualmente descubrirá la verdad.
Los niños, pilares de la familia
“Cuando me informaron, mi mundo se vino abajo. Dejé escapar un fuerte grito antes de caer. Desde entonces he estado enfermo. Terminé de tomar mi medicación antes, antes de tu llamada telefónica”, explica. Según Guiniane Ciss, Modou Sène y Youssou Diop representan mucho para la familia. Son los pilares de sus vidas, hombres buenos con sueños en la cabeza. “Si a la familia nunca le ha faltado nada es en parte gracias a ellos. Estaban al lado de la cama de todos. Traen luz a nuestros días oscuros. Su presencia en la familia fue un consuelo para todos nosotros. Su ambición siempre fue tener éxito”, subraya, antes de anunciar que una semana antes de su partida al mar, el tío y el sobrino habían venido a visitarlos y habían aprovechado para comprar toda la ración de comida. “Ese día les agradecimos y oramos por ellos, se fueron felices, sin saber desde lejos que iban a vivir esta desventura”, recuerda Guiniane Ciss. Se siente melancólica y se pregunta si algún día volverá a ver a su hijo y a su nieto.
Aliou DIOUF