Caroline Darian, la hija de Gisèle Pelicot, dijo a la BBC que su padre merecía “morir en prisión”, tras su condena a 20 años de prisión por drogar a su esposa para violarla y entregarla a decenas de desconocidos en el sur de Francia. Francia. “Debería morir en prisión, es un hombre peligroso”, afirmó durante esta entrevista que se retransmitirá el lunes por la noche en la BBC Two, la primera desde el final del histórico juicio de Mazan en Aviñón el 19 de diciembre de 2024.
Reiteró su creencia de que ella también había sido víctima de su padre, luego de ver fotos de ella inconsciente, acostada en una cama en ropa interior que no reconoció. “Estoy convencida de que fui drogada para ser violada (…) pero no tengo pruebas. (Dominique Pelicot) siempre lo negó, pero cada vez dio versiones diferentes”, lamentó.
Durante el proceso de Mazan, que tuvo repercusión en todo el mundo, 51 hombres fueron declarados culpables y condenados por haber violado a Gisèle Pelicot, convertida en heroína feminista por haberse negado en particular a permanecer a puerta cerrada. Según Caroline Darian, a esta última le costó aceptar la idea de que su exmarido también hubiera podido atacar a su hija: “Para una madre, es difícil integrar todo eso de una sola vez”.
El 21 de enero, France 2 emitirá el documental “La sumisión química: para que la vergüenza cambie de bando”, narrado por Caroline Darian, que se ha convertido en una figura destacada en la lucha contra esta lacra.
Durante el juicio, del que dijo ser “la gran olvidada”, tuvo un violento cara a cara con su “progenitor”, al que ordenó “decir la verdad” sobre ella. “¡Morirás siendo una mentira!” ¡Solo, solo en la mentira, Dominique Pelicot!”, dijo después de que él volviera a negarlo. Este último aceptó su sanción y no apelará, a diferencia de 17 de los otros condenados.
“Cuando miro hacia atrás, realmente no recuerdo el padre que pensé que era. Veo al criminal sexual directamente”, dijo Caroline Darian. “Creo que en él conviven dos Dominiques y decidió elegir el lado oscuro. No sé si es un monstruo, pero sabía exactamente lo que estaba haciendo. No está enfermo”.