Al final de un segundo tiempo increíble, marcado por una historia de penaltis y disputado casi en su totalidad diez contra once por parte del Auxerrois, la AJA consiguió un punto contra el Lille (0-0), el viernes por la noche en el Abbé-Deschamps. Los norteños pierden la oportunidad de subir al podio y siguen a dos puntos de Mónaco, mientras que los icaunais siguen novenos.
Los hombres de Bruno Genesio pueden consolarse diciendo que acaban de igualar el récord de invencibilidad del club (19 partidos), hace 51 años. Pero este empate tiene un verdadero sabor a derrota para los Mastines, a los que les faltó mordiente. Como estos diez minutos de locura del inicio de la segunda parte. Entre un penalti rechazado, un penalti concedido, una exclusión y desfiles a voluntad.
Un héroe llamado De Percin
Minuto 48: Hakon Haraldsson se escapa por la izquierda y luego se desploma en el duelo con Jubal. Gaël Angoula, árbitro del partido, señala el punto de penalti. Durante casi 5 minutos, el vídeo interviene y luego el cuerpo arbitral decide anular la decisión porque el islandés se lanzó incluso antes de un ligero contacto con la mano derecha del defensa brasileño. El partido acaba de empezar de nuevo… Minuto 55: Haraldsson (de nuevo) falla un gol. Pero el vídeo interviene por un tirón de camiseta en el momento del golpe. Reflexión mucho más breve y penalización evidente esta vez, Paul Joly queda excluido (56º).
Auxerre – Lille en la Ligue 1 el 10 de enero de 2025.
Crédito: Imágenes falsas
Jonathan David cobra el penalti pero lo pega mal, ligeramente hacia la izquierda y medio arriba. Théo De Percin, en su segundo partido de la Ligue 1, intervino y se llevó todo el estadio. El valiente equipo ascendido logró mantener el marcador gracias a algunas hazañas del portero de 23 años, elegido mejor jugador del partido. No sólo ante Haraldsson (64º), sino también en el primer tiempo con un disparo lejano de Benjamin André (9º).
Por otro lado, LOSC paga una imprecisión bastante increíble en la zona de la verdad. En el descanso, la observación ya era la misma: posesión superior, dominio en el medio, pero ninguna eficacia. La culpa, quizás, de la estrategia de Christophe Pélissier, con un bloque súper compacto y una línea de 5 defensores bastante alta. Auxerre dispone del método para validar un fácil mantenimiento. Mientras que el Lille puede morderse los dedos por no haber aprovechado el regalo del Mónaco, controlado en Nantes (2-2). Tendrán que ser más clínicos en estas actuaciones desequilibradas (sobre el papel) para terminar, una vez más, en la Liga de Campeones.