¿Una amenaza inevitable? Por Magaye Gaye

¿Una amenaza inevitable? Por Magaye Gaye
¿Una amenaza inevitable? Por Magaye Gaye
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Después de la crisis sanitaria y ante presiones inflacionarias preocupantes, ¿deberíamos prepararnos para una crisis financiera global?

Esa perspectiva parece inevitable a la luz de la dinámica actual, las herramientas de las finanzas convencionales y los ciclos económicos naturales. Aquí hay diez factores clave que refuerzan esta hipótesis:

1. El dinero como fin, no como medio
El dinero sigue siendo un objetivo en sí mismo, en lugar de ser una palanca al servicio de la humanidad. Esta filosofía continúa debilitando los sistemas económicos.

2. El dominio de la esfera financiera sobre la economía real
La especulación, la volatilidad del mercado y los instrumentos riesgosos socavan los cimientos de la economía real. Sin embargo, la economía y la ética deberían ir de la mano.

3. Políticas monetarias que debilitan las economías
Los bancos centrales, centrados en la lucha contra la inflación, corren el riesgo de empeorar la situación: contracción del consumo, caída de las inversiones y aumento de la presión sobre la solvencia de los prestatarios. Además, el aumento de los tipos clave limita la capacidad de endeudamiento de los Estados.

4. Exclusión financiera de poblaciones vulnerables
Muchas iniciativas innovadoras y de valor añadido siguen careciendo de financiación suficiente, mientras que una gran parte de la población mundial se ve privada de acceso al crédito, lo que empeora las desigualdades.

5. Acaparamiento de riqueza
Una liquidez masiva está atrapada en paraísos fiscales, incluso en ciertos países en desarrollo, lo que ralentiza la recuperación económica y aumenta las desigualdades.

6. Niveles de deuda insostenibles
El sobreendeudamiento de estados y empresas, en un contexto de desaceleración económica, hace que las medidas de recuperación sean ineficaces y expone a las economías a crisis sistémicas.

7. Las consecuencias de desconectarse de Rusia
La exclusión de Rusia del sistema financiero mundial, en un contexto de mayor interdependencia, corre el riesgo de crear un efecto dominó que alimente la proliferación de activos tóxicos.

8. Un ciclo económico depresivo
Desde 2019, la economía global atraviesa un ciclo de depresión que podría durar siete años, según nuestras previsiones. Las políticas económicas deben estimular imperativamente el consumo para esperar una recuperación significativa para 2027.

9. La elección de Donald Trump y sus impactos en la economía global
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca exacerba las incertidumbres económicas. Sus políticas económicas proteccionistas y su controvertido enfoque de las relaciones internacionales corren el riesgo de amplificar las tensiones comerciales y perturbar aún más las cadenas de suministro globales. Esta inestabilidad podría alimentar la volatilidad en los mercados financieros.

10. La guerra en Oriente Medio y sus repercusiones económicas
La intensificación de los conflictos en Oriente Medio añade un factor desestabilizador importante. Además de las tensiones geopolíticas, las perturbaciones en los flujos energéticos mundiales corren el riesgo de aumentar las presiones inflacionarias, afectando gravemente el consumo y la inversión a nivel mundial.

Estos elementos argumentan a favor de una inminente crisis financiera internacional.

¿No es hora de repensar un capitalismo a menudo depredador y poco ético?

Magaye Gaye

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