Poco más de dos años después de la revolución ChatGPT, la tarjeta AI (inteligencia artificial) será más que nunca un requisito previo para los expositores en la importante feria de electrónica de consumo CES, que se inaugura el martes en Las Vegas.
“Todo el mundo va a hablar de IA”, advierte Carolina Milanesi, analista de Creative Strategies. “Desde los frigoríficos hasta los hornos, todo el mundo lo mencionará, haya o no” en objetos o equipamientos.
Relojes y espejos que hablan, una maceta que decide por sí sola cuándo regar su planta, un collar de vaca conectado que detecta infecciones, la IA estará en todas partes en la capital mundial del juego.
No es casualidad que el jefe del gigante de los semiconductores Nvidia, Jensen Huang, sea el invitado estrella del salón, con un discurso previsto para el lunes por la tarde, antes de la apertura del CES al público en general al día siguiente.
Su grupo se ha convertido en el abanderado de la IA generativa, un gran consumidor de sus chips, las ya famosas tarjetas gráficas, para su desarrollo.
Varios analistas esperan anuncios sobre su microprocesador de nueva generación, el Blackwell, así como que Jensen Huang dé la temperatura al mercado.
Varios rivales de Nvidia como Intel, Qualcomm o AMD podrían presentar nuevos productos simultáneamente.
Auto y salud
La IA y la informática en general están adquiriendo un papel cada vez más importante en el mundo del automóvil, que se ha convertido en un actor importante en el CES desde hace varios años, un movimiento también favorecido por el declive del salón de Detroit.
“El CES es un salón del automóvil desde hace algún tiempo y lo será aún más este año”, anunció Avi Greengart, analista de Techsponential.
Allí estarán Toyota, BMW, Mercedes, Hyundai y la china BYD, así como Waymo, la filial de vehículos autónomos de Google, o el especialista en software de asistencia al conductor Mobileye.
Según varios medios de comunicación, el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que asumirá el cargo el 20 de enero, está considerando relajar la normativa sobre vehículos totalmente autónomos.
Aún en la sección de movilidad, “debería ver vehículos voladores disponibles para la venta”, señala Rob Enderle, analista independiente.
La empresa china XPeng tiene previsto presentar su portaaviones terrestre, un vehículo eléctrico que transporta una máquina voladora que parece un dron gigante y que se puede utilizar por separado.
El fabricante prevé comercializarlos a partir de 2026, a un precio estimado en 280.000 dólares cada uno.
“En cuanto a recibir la licencia para volar, esa será otra historia”, advierte Rob Enderle.
Entre los otros grandes temas de este CES 2025, “la salud digital va a ser enorme”, según el analista. “Estamos viendo muchas más personas que usan dispositivos conectados que pueden medir parámetros de salud”.
La tecnología también llegará a los hogares, en particular con el frigorífico LG, capaz de sugerir recetas en función de los alimentos que contiene, o con un espejo inteligente que detecta el estado de forma de la persona que se encuentra frente a él.
La amenaza de los aranceles
A pocos días de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la amenaza esgrimida por el presidente electo de imponer nuevos aranceles aduaneros estará en la mente de los grupos extranjeros presentes o que aspiran a estarlo en el mercado estadounidense.
Sin duda, estos aranceles aduaneros incrementarían el precio de la mayoría de los objetos presentados en el CES, subraya Rob Enderle.
“Habrá muchos expositores preocupados”, anticipa el analista, “pero preferirán expresarlo en privado para no alienar al futuro gobierno”.
Para Avi Greengart, los debates deberían centrarse en particular en la manera de eludir estas nuevas barreras aduaneras.
“Será interesante hablar con representantes extranjeros para saber cómo ven el impacto de cuatro años de Trump y Musk en la tecnología”, describe Carolina Milanesi, en referencia al multimillonario jefe de Tesla, llamado a desempeñar un papel importante en esta presidencia.
Entre las muchas empresas chinas anunciadas en Nevada, muchas ya enfrentan un entorno político y regulatorio difícil.
Pero es China la que está especialmente en la mira. “Existe una separación de mercados cada vez más clara entre China y el resto del mundo”, dice Avi Greengart, “particularmente en los teléfonos móviles y los vehículos eléctricos”.
Los aranceles aduaneros prohibitivos impiden que los fabricantes de automóviles chinos vendan a Estados Unidos.
Estos últimos también han prohibido la comercialización de equipos del gigante chino de teléfonos inteligentes Huawei. (Qué pasa con la AFP)