Amadou Hady Tall, califa general de Tidjaniya, fue secuestrado por hombres armados en Diabidiala, cerca de Nioro du Sahel.
Según testigos, el incidente ocurrió cuando regresaba de una ziara (lectura del Corán) en un pueblo cercano. Su convoy fue interceptado por individuos armados que dispararon contra su vehículo, hiriéndole levemente en el pie. Los demás pasajeros fueron liberados, pero el Califa fue llevado con destino desconocido.
Por el momento no se han presentado demandas. Sin embargo, existen sospechas de que haya grupos armados activos en la región. Este secuestro se produce en un contexto de creciente violencia en el Sahel, donde los líderes religiosos moderados se están convirtiendo en objetivos por haber defendido la paz y condenado la violencia.
Amadou Hady Tall, descendiente de Thierno Mountaga Tall, es una figura influyente en el Islam moderado en Mali. Durante su último discurso público, el 20 de septiembre de 2024, denunció el terrorismo y llamó a la esperanza, declarando que “el sufrimiento de los malienses está llegando a su fin”. Estas palabras, pronunciadas durante el Maoulud en Nioro, adquieren una resonancia particular en este contexto de tensión.
La región de Nioro en el Sahel, cerca de la frontera con Mauritania, es a la vez un centro religioso de la familia Tall y una zona sensible expuesta a las incursiones de grupos armados. Aunque existen tensiones históricas entre las familias religiosas de Nioro, en particular con la familia jerifiana de Bouyé Haïdara, este secuestro parece formar parte de un marco más amplio vinculado a la inseguridad en el Sahel.
La ausencia de una reclamación complica la identificación de los autores. Sin embargo, los métodos utilizados, como las interceptaciones violentas y la toma de rehenes, son característicos de determinados grupos yihadistas armados. El secuestro también podría interpretarse como una respuesta a las posiciones públicas del Califa, en particular sus llamamientos a los jóvenes para que renuncien a la violencia.
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