una modernización beneficiosa, pero controvertida

una modernización beneficiosa, pero controvertida
una modernización beneficiosa, pero controvertida
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lEl comercio local, a menudo encarnado por los “Hanouts”, es mucho más que un simple lugar de compra en la vida cotidiana de los marroquíes. Representa una base de vínculos sociales y de actividad económica, ya que proporciona el 58% del volumen de negocios del sector y el 36% de los puestos de trabajo, o alrededor de 1,3 millones de comerciantes. Sin embargo, en la era de la expansión de los supermercados y la digitalización, el sector se encuentra en una encrucijada. En este contexto, el Ministerio de Industria y Comercio ha puesto en marcha un ambicioso programa para fortalecer la resiliencia y la competitividad de las empresas de barrio.

Este programa incluye la modernización de equipos, el otorgamiento de capital circulante para fortalecer la liquidez y la capacitación digital. Durante una sesión de preguntas orales en el Parlamento, Ryad Mezzour, ministro responsable, subrayó que el Gobierno se esfuerza por reforzar la integración de los pequeños comerciantes en la moderna red de comercio, que actualmente cuenta con 1.000 unidades frente a 250.000. En este contexto, indicó que su departamento ha aplicado el 70% de las recomendaciones del Foro Comercial Marroquí organizado en 2019, mientras que el 30% restante se está aplicando. Entre las medidas clave, la digitalización de las transacciones tiene como objetivo integrar a estos comerciantes en un ecosistema formal, facilitando los pagos y mejorando la trazabilidad. Algunos de estos tenderos participan en un programa piloto de formación en sistemas de gestión modernos.

Opiniones compartidas sobre la modernización

Algunos comerciantes, como Brahim, carnicero de Oulfa, un barrio de Casablanca, ven esta evolución como una oportunidad. “Gracias a las herramientas digitales puedo gestionar mejor mi stock y fidelizar a los clientes más jóvenes”, afirma. Sin embargo, para Ahmed, tendero desde hace diez años, los costes siguen siendo una barrera. “Nos vemos obligados a comprar software y adaptarnos, pero ¿a qué precio?”, pregunta, lamentando la falta de recursos y de formación de una gran parte de los comerciantes. Hassan Edman, economista, advierte del riesgo de cierres masivos si no se toman las medidas adecuadas: “Necesitamos subvenciones, formación accesible y una transición gradual para apoyar a los comerciantes sin ponerlos en dificultades”.

También enfatiza la importancia de diseñar una modernización inclusiva. “El comercio local juega un papel vital en las zonas rurales y en los barrios desfavorecidos. Su desaparición acentuaría las desigualdades sociales y económicas”, advierte. Uno de los mayores desafíos sigue siendo la presencia del sector informal, que representa casi el 60% de las transacciones en el comercio local, escapando así al control fiscal. Hassan Edman cree que la modernización podría integrar gran parte de esta actividad a la economía formal.

“Esto generaría ingresos fiscales adicionales y fortalecería la competitividad de los comerciantes”, subraya. El sector también está bajo una presión cada vez mayor por parte de las grandes superficies, que ofrecen una experiencia más rápida y moderna. Estas estructuras, mejor organizadas, atraen a una clientela joven y dinámica, acentuando el desequilibrio en términos de facturación. Mientras que las compras en los supermercados oscilan entre 100 y 3.000 dirhams, las transacciones en los “hanouts” rara vez superan los 50 dirhams. La modernización del comercio local no se limita a una cuestión económica; también es social. Para algunas familias, estos negocios representan la única fuente de ingresos o un recurso en caso de crisis gracias a las compras a crédito. Por lo tanto, cualquier transformación debe incluir medidas para evitar el aumento de las desigualdades. El ministerio prevé colaboraciones con instituciones financieras para conceder préstamos a tipos reducidos, facilitando el acceso al equipamiento necesario.

Áreas a tener en cuenta

Los expertos recomiendan regular los horarios de apertura para favorecer la complementariedad entre tiendas de alimentación y supermercados, generalizar los terminales de pago electrónico a precios asequibles y centralizar las compras para permitir a los comerciantes negociar mejores precios con los minoristas. Si la modernización del comercio local es fundamental para afrontar los desafíos actuales, debe ser gradual. El gobierno necesitará encontrar un equilibrio entre innovación e inclusión, con iniciativas específicas y apoyo personalizado, para hacer de este sector una palanca para un crecimiento sostenible e inclusivo.

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