“La célula madre es la madre de todas las células. Es la que permite la renovación de los tejidos a lo largo de la vida y su reparación en caso de daño. Decidimos estudiar las células madre más precisamente de mama y próstata porque los cánceres de estos órganos son muy comunes. Entonces intentamos entender cómo funcionan y cómo se vuelven cancerosos y nos dimos cuenta de que estos dos órganos son muy similares. Aparecen como una especie de tubo compuesto de dos tipos. Células: células luminales y células basales. Estas células tienen sus propias células madre.
Los investigadores se preguntaron entonces qué papel desempeña el colágeno, proteína presente en todos los tejidos y que garantiza su cohesión, en la activación de determinadas células. “El colágeno juega un papel importante en las condiciones que hacen que las células madre tengan la capacidad de dar lugar a otras células y nos dimos cuenta de que el colágeno y su rigidez son importantes y tratamos de entender por qué. Así pudimos identificar la vía de señalización, una molécula que reconoce el colágeno. Nos dijimos que si lográbamos bloquear esta molécula, podríamos reducir el lado invasivo y metastásico del cáncer de mama y de próstata. Este es un estudio interesante que tendrá implicaciones para las personas que trabajan en este campo”.