Los seguidores de Ginebra pueden empezar a soñar. Después de ganar el título europeo la temporada pasada, el GSHC todavía está en la carrera por duplicar la apuesta. Compartió el duelo (2-2) el martes por la noche con el Bremerhaven, después de aplastar al equipo alemán la semana pasada en casa (4-0). El marcador global de 6-2 entre los dos partidos es definitivo.
En el norte de Alemania, los granates nunca han temblado. La gran ventaja adquirida en Vernets les permitió verlo venir, especialmente en los dos primeros periodos. Genève-Servette dejó la iniciativa del juego al Bremerhaven, amenazador pero muy impreciso en los primeros 40 minutos, ante un excelente Raanta.
Dos goles en la jaula vacía
Este partido de vuelta acabó poniéndose animado en el último periodo. Obligados a una remontada improbable, pero no resignados, los locales decidieron rápidamente liberar a su portero. Fue en el minuto 43 que Bertaggia pudo desbloquear el marcador en la jaula vacía, dando a sus colores una ventaja provisional de cinco goles, en total en los dos partidos.
Fue necesario un penalti de Jooris para que los alemanes soñaran con la remontada. En dieciséis segundos, lograron el 2-1 gracias a los aciertos de Bruggisser y Urbas (46º). Bremerhaven aprovechó así la regla, específica de la Liga de Campeones, según la cual un jugador sancionado no regresa al juego después de un gol encajado por sus compañeros.
Pero esta reacción resultó ser demasiado tarde. Los alemanes, que jugaron muchos minutos sin portero, lograron un segundo éxito en la portería vacía, gracias a Manninen (54º).
Impresionante Zúrich
En semifinales, a mediados de enero, el Genève-Servette se enfrentará a los Zurich Lions, que vencieron en casa al Berlín por 5-4 (9-7 en total en los dos partidos). La tarde empezó mal para los de Crawford, perdiendo 0-3 en el minuto 20.
Sparta Praga y Färjestad, ganadores respectivamente de Växjö y Salzburgo, competirán por el otro puesto en la final.