Marruecos prevé duplicar su capacidad aeroportuaria de aquí a 2030, de 38 a 80 millones de pasajeros. Una ambición impulsada por la coorganización del Mundial 2030 y el deseo de apoyar el crecimiento turístico del país.
A medida que se acerca el Mundial de 2030, que coorganizará con España y Portugal, Marruecos se proyecta como un destino imprescindible para el turismo mundial gracias a enormes inversiones en sus infraestructuras aeroportuarias, ferroviarias y deportivas.
Este lunes 16 de diciembre en Rabat, el primer ministro Aziz Akhannouch anunció un ambicioso plan destinado a aumentar la capacidad de los aeropuertos del reino hasta 80 millones de pasajeros de aquí a 2030, frente a los 38 millones actuales. Entre las prioridades, la ampliación del aeropuerto de Casablanca para acoger a 23,3 millones de viajeros, así como el refuerzo de las capacidades de los centros turísticos de Marrakech (14 millones de pasajeros) y Agadir (6,3 millones). Estos esfuerzos no sólo satisfacen las necesidades de la Copa del Mundo, sino que también apuntan a apoyar el crecimiento turístico del país.
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Un récord turístico y una infraestructura en plena transformación
Marruecos acogió a 15,9 millones de turistas durante los primeros 11 meses de 2024, un récord histórico que ya supera el total anual de 2023. Esta afluencia se explica en particular por la apertura de nuevas compañías aéreas, según el Ministerio de Turismo. El aeropuerto de Marrakech-Menara, uno de los más transitados de Marruecos, se enfrenta a una saturación crónica. Diseñado para acoger a 9 millones de pasajeros al año, lucha por gestionar la afluencia récord de turistas. Las colas en los controles de seguridad y en las aduanas son cada vez más largas, lo que provoca retrasos y un creciente descontento. Se han implementado medidas de emergencia para mejorar la fluidez, pero un aumento de la capacidad es esencial. El plan de modernización pretende responder a estos desafíos de aquí a 2030.
Al mismo tiempo, los esfuerzos se centran en la ampliación de la red ferroviaria de alta velocidad. La línea que une Tánger con Casablanca se ampliará hasta Marrakech antes de 2030 y también está en marcha un proyecto para llegar a Agadir. En 2040, la red debería dar servicio a 43 ciudades, es decir, el 87% de la población marroquí.
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El Mundial de 2030 representa una oportunidad estratégica para Marruecos, que invertirá hasta 500 millones de euros en la renovación y ampliación de 45 estadios y campos de entrenamiento. Cerca de Casablanca también se construirá un nuevo estadio con capacidad para 115.000 espectadores.
Esta dinámica se inscribe en un contexto deportivo favorable, ya que el país también ha sido elegido para albergar la Copa Africana de Naciones en 2025, reforzando así su posicionamiento como destino líder para los amantes del fútbol y los viajes.
Con estos grandes proyectos, Marruecos apuesta por el deporte y las infraestructuras para consolidar su atractivo y su condición de cruce de caminos entre Europa y África.
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