Salud mental en Marruecos: un sistema en las últimas, el Tribunal de Cuentas está alarmado

Salud mental en Marruecos: un sistema en las últimas, el Tribunal de Cuentas está alarmado
Salud mental en Marruecos: un sistema en las últimas, el Tribunal de Cuentas está alarmado
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La Encuesta Nacional de Prevalencia de Trastornos mentales (2003-2006), realizado entre población de 15 y más años, reveló que estos trastornos constituyen un carga patológica importantes y representan un gran desafío para salud publica. Esta observación ha llevado a una mayor conciencia de la magnitud del problema y ha dado lugar a la adopción de varias estrategias nacionales en este ámbito.

La misión de control del Tribunal de Cuentascuyas conclusiones fueron publicadas en su informe anual para 2023-2024, tiene como objetivo garantizar que el sistema de salud mentalen sus diferentes dimensiones, es capaz de responder de manera adecuada a las necesidades de la población. Abordó, en particular, aspectos relacionados con la prevención en términos de salud mental, la disponibilidad y accesibilidad deoferta de atenciónasí como sobre las condiciones de atención al paciente.

Un sistema bajo presión

Marruecos se enfrenta a una carga patológica importante en términos de salud mental. La Encuesta Nacional sobre Trastornos Mentales (2003-2006) ya había revelado la magnitud de la situación, pero desde entonces se han logrado pocos avances. Los establecimientos especializados son insuficientes en número y están mal distribuidos, lo que limita el acceso a la atención en muchas regiones. Marruecos también tiene un número insignificante de psiquiatras y de psicólogos (En 2023, Marruecos tenía 407 psiquiatras (públicos y privados combinados) y sólo 32 psiquiatras infantiles, es decir, una densidad de 1,13 psiquiatras por cada 100.000 habitantes)amplificando el disparidades territoriales y dificultar aún más el acceso a la atención médica.

En detalle, el informe indica que el número de establecimientos de salud pública especializados en psiquiatría en el sector público asciende a 43 unidades, incluidos 11 hospitales psiquiátricos y 32 servicios psiquiátricos integrados en hospitales públicos. En cuanto al sector privado, se limita a sólo cuatro (04) clínicas.

La cobertura demográfica está marcada por importantes disparidades geográficas: más de la mitad de las prefecturas y provincias no cuentan con estos establecimientos. Esto a pesar de las disposiciones del dahir relativas a la prevención y al tratamiento de las enfermedades mentales y a la protección de los pacientes afectados (dahir n° 1.58.295), que estipula que cada prefectura o provincia debe disponer de un “servicio de alojamiento público” dedicado a la psiquiatría. .

Falta de hospitales especializados para niños y personas mayores

Las necesidades de las personas mayores representan cerca del 11% de la demanda de atención psiquiátrica en el sector público y más del 8% de las hospitalizaciones. Sin embargo, Marruecos sólo cuenta con una unidad dedicada a esta categoría: laHospital Ar-Razi en Salé, con sólo 12 camas especializadas en trastornos neurocognitivos. Otros trastornos se tratan en hospitales psiquiátricos para adultos, que no son adecuados para las necesidades específicas de las personas mayores, que a menudo padecen enfermedades físicas concomitantes. Además, estos hospitales suelen estar situados en las afueras, lo que dificulta aún más el acceso.

En cuanto a la psiquiatría infantil, la oferta es extremadamente limitada o incluso inexistente en varias regiones. El país cuenta sólo con 32 unidades de atención ambulatoria, incluidas 13 clínicas privadas, concentradas principalmente en Casablanca (12) y Marrakech (1). En el sector público, sólo cuatro regiones tienen entre uno y dos psiquiatras infantiles (Casablanca-Settat, Tánger-Tetuán-Alhucemas, Marrakech-Safiy El Aaiún-Saguia El Hamra). Para elhospitalizaciónsolo hay una unidad de 16 camas disponible a nivel nacional, aunque las estrategias ministeriales desde 2012 apuntan a fortalecer esta oferta.

Concentración y desigualdad en la distribución de camas psiquiátricas

Marruecos dispone de 2.466 camas psiquiátricas en el sector público, una ratio de 6,86 camas por 100.000 habitantes, inferior a la media mundial de 10,8 camas. El plan de salud de 2025 pretende llegar a 10 camas por cada 100.000 habitantes.

Sin embargo, cerca del 48% de las capacidades de acogida se concentran en dos regiones: Casablanca-Settat y Marrakech-Safi. Los hospitales psiquiátricos cuentan con la mayoría de las camas (62% de la capacidad total), mientras que los servicios integrados en los hospitales generales están poco desarrollados. Sin embargo, la OMS recomienda la “desinstitucionalización” para integrar la atención psiquiátrica en los hospitales generales.

El Ministerio de Salud y Protección Social ha incorporado esta recomendación programando la creación de 30 a 40 camas psiquiátricas integradas en regiones insuficientemente equipadas, con una meta de tres unidades por año.

Atención fragmentada e inadecuada

El Tribunal de Cuentas señala una organización asistencial incompleta. Debido a la falta de integración en la atención primaria, los pacientes suelen ser remitidos a estructuras especializadas, donde el seguimiento posthospitalario es casi inexistente. Resultado: reingresos frecuentes, que oscilan entre el 67% y el 90%, provocados por la falta de atención continua.

Esta situación se ve agravada por un marco legal insuficiente y una gobernanza fragmentada, que limitan la coordinación entre los diferentes actores del sistema de salud. Muchos diagnósticos siguen siendo imprecisos, lo que a veces conduce a hospitalizaciones injustificadas.

Además, la falta de implementación efectiva de un vía de atención progresiva perjudica gravemente la calidad de la atención de salud mental en Marruecos. Aclarar las funciones, mejorar las infraestructuras y una mejor coordinación son esenciales para garantizar un seguimiento adaptado a las necesidades de los pacientes y la eficacia general del sistema de salud mental, subraya el informe.

Las advertencias del Tribunal

La Corte advierte sobre las consecuencias sociales y económicas de tal falta de atención a salud mental. Sin una prevención adecuada, los trastornos mentales no tratados generan elevados costes para el sistema sanitario y dificultan la reintegración social y profesional de los pacientes.

Además, Marruecos sigue por debajo de los estándares internacionales en términos de salud mental, lo que corre el riesgo de empeorar el retraso en la reforma general de su sistema de salud.

Recomendaciones para el cambio estructural

Para enfrentar estos desafíos, el Tribunal de Cuentas ofrece soluciones concretas:

  • Desarrollo de una política integrada: Definir directrices claras teniendo en cuenta los principales desafíos de este sistema, en particular el fortalecimiento de la salud mental, la prevención de enfermedades psicológicas y el desarrollo de una oferta asistencial adaptada a las necesidades de las poblaciones y territorios.
  • Establecimiento de un marco legal apropiado: Desarrollar un marco legal que tenga en cuenta las especificidades de la salud mental, así como un marco de gobernanza apropiado que incluya a todas las partes interesadas involucradas en esta área.
  • Creación de un sistema de vigilancia y seguimiento epidemiológico: Establecer un sistema basado en un sistema de información eficaz y coordinado.
  • Diseño e implementación de una estrategia multisectorial adaptada a la salud mental: Esta estrategia debe incluir los siguientes elementos:
  • El refuerzo de la prevención en salud mental, en particular mediante el establecimiento de un programa de comunicación para combatir los estereotipos negativos relacionados con los trastornos mentales, el desarrollo y la aplicación de un plan de sensibilización para animar a los profesionales de los servicios sanitarios no especializados a detectar precozmente los trastornos mentales y psicológicos y la ampliación de la cobertura territorial de los centros dedicados a la infancia, la juventud y las adicciones, en colaboración con los socios, dotándoles de los recursos necesarios.
  • Mejora en la prestación de atención de salud mental:
    • Garantizar la distribución equitativa de los establecimientos de salud mental, públicos y privados, en todo el territorio.
    • Establecer mecanismos organizativos a nivel nacional y regional para garantizar su disponibilidad en todas las regiones.
    • Continuar la integración de los servicios de salud mental en los hospitales públicos y desarrollar la prestación de atención a nivel de establecimientos ambulatorios.
  • Fortalecimiento de los recursos humanos: Incrementar la plantilla en las especialidades relacionadas con la atención al paciente, garantizando su disponibilidad para ofrecer una atención integral y adaptada.
  • Optimización de los recursos disponibles:
    • Establecer un itinerario progresivo de atención a la salud mental, definiendo las áreas de competencia de cada nivel según la naturaleza de las enfermedades y su complejidad.
    • Reforzar el papel de los centros de atención primaria en la ruta asistencial.
    • Desarrollar estructuras de cuidados intermedios para la rehabilitación psicosocial de los pacientes y su reinserción social.
    • Desarrollar e implementar un programa para modernizar la infraestructura hospitalaria y mejorar las condiciones de alojamiento de los pacientes.

Una emergencia nacional

La salud mental es un componente esencial del bienestar ciudadano y la estabilidad social. Al implementar las recomendaciones de la Tribunal de CuentasMarruecos no sólo podría responder a una emergencia sanitaria, sino también sentar las bases de un sistema sanitario más inclusivo y equitativo. Para ello, es imperativo que las autoridades públicas hagan de este tema una prioridad.

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