En las primeras horas de este sábado, la sala penal de primera instancia del Tribunal de Apelación de Casablanca dictó una pena total de 24 años de prisión contra los acusados en un caso de fraude inmobiliario que involucra a Abdellah Boudrika, hermano del ex presidente de la Raja de Casablanca, además de un reconocido notario.
Así, el tribunal condenó a los principales acusados, A. Boudrika y al notario, a seis años de prisión cada uno. Estas sentencias se refieren a su participación en la falsificación de documentos relacionados con un terreno denominado “Blad Hadda”, ubicado en Tit Mellil y registrado con el título de propiedad número 49/11384.
La misma pena fue impuesta a otro acusado, El Batoul, hija adoptiva del legítimo propietario del inmueble, así como a un corredor llamado A. Salsouli. Además, un intermediario, El Alami B., fue condenado a tres meses de prisión, mientras que otro intermediario, El Qarouani, fue absuelto tras haber sido sospechoso de haber reclutado a un falso “Hadda” para que se hiciera pasar por el legítimo propietario de la propiedad usurpada.
Este caso involucra a un total de siete personas. Las detenciones se produjeron tras una denuncia presentada por una heredera, acusando a los sospechosos de haber falsificado documentos para apropiarse de un terreno perteneciente a su madre, legítima propietaria del terreno en cuestión.
El hermano de Boudrika y el notario fueron detenidos en el aeropuerto Mohammed V de Casablanca cuando intentaban abandonar territorio marroquí.
El caso también tuvo un giro trágico con la muerte de una anciana, también involucrada en el caso, que había sido utilizada para hacerse pasar por la legítima propietaria de la propiedad en cuestión.
En audiencias anteriores, los acusados habían negado los cargos que se les imputaban. A. Boudrika, promotor inmobiliario, afirmó no conocer a los demás sospechosos. Una declaración similar hizo la hija adoptiva del legítimo propietario ante el tribunal.
En este caso, A. Boudrika está acusado de complicidad en la falsificación de documentos oficiales y su utilización, de conformidad con lo dispuesto en el Código Penal.
El notario, por su parte, está acusado de falsificación de documentos oficiales y de su utilización, incluida la escritura definitiva de compraventa, y de complicidad por incitación a la falsificación y ocultación de documentos privados que establecen obligaciones y transacciones.