La UNESCO continúa su esencial labor de preservación. Se espera que el jueves la organización de la ONU añada 66 nuevos “elementos” a su lista de patrimonio inmaterial de la humanidad, entre ellos la henna, el sake y el jabón de Alepo. Desde 2008, 145 estados han aprobado una o más de sus prácticas culturales tradicionales. Entre ellas, la pizza napolitana (2017), la capoeira brasileña (2014), el flamenco español (2010), la baguette francesa (2022)…
Publicado a las 12:00 a.m.
Alheña
Nada menos que 16 países árabes defendieron este año la candidatura de la henna. Entre ellos se incluyen Qatar, Arabia Saudita, Kuwait, Egipto, Túnez y Marruecos. Muy extendida en estas regiones, la henna es una planta cuyas hojas se secan, se trituran y luego se transforman en una pasta que se utiliza para tatuar los antebrazos y los pies de las mujeres que participan en una boda, pero también para teñir el cabello o incluso traer suerte a los bebés. “La henna simboliza el ciclo vital de un individuo, desde el nacimiento hasta la muerte, y está presente durante las principales etapas de su vida”, explica el texto de su inscripción como patrimonio inmaterial.
Beneficio
Conocido mundialmente, el sake es un alcohol de arroz elaborado “a partir de cereales de calidad y agua, y profundamente arraigado en la cultura japonesa”. La bebida ahora se produce en masa en fábricas modernizadas donde el proceso de fermentación está automatizado, pero los artesanos continúan preparándola utilizando el método tradicional. Su inscripción en la UNESCO es una buena noticia para esta industria, que se enfrenta a una caída del consumo en su propio país. De hecho, desde los años 70, esta cantidad ha disminuido en un 70%, y los jóvenes prefieren el vino y la cerveza a este alcohol considerado anticuado. Sin embargo, la regresión se ve compensada por las ventas en el extranjero.
Jabón de Alepo
Entre la guerra civil y los desastres naturales, la ciudad de Alepo, Siria, ha experimentado varios reveses en los últimos 10 años. Por tanto, la inclusión del jabón de Alepo en la lista de la UNESCO debe considerarse un bálsamo para quienes han practicado este oficio durante siglos y generaciones. Según la UNESCO, aproximadamente entre el 50 y el 75 % de las comunidades de Alepo participan en la fabricación o el comercio de este jabón que contiene aceites naturales de oliva y laurel producidos localmente. Cabe señalar que la ciudad de Nablus, en Palestina, también presentó la solicitud para su jabón tradicional.
Rubab (o rabab)
Esta guitarra tradicional de Asia Central está muy presente en Tayikistán, Irán y Uzbekistán. Se utiliza en muchas ceremonias, incluidas bodas, celebraciones, reuniones locales, funerales y prácticas curativas. También fue el instrumento nacional de Afganistán, hasta el regreso de los talibanes en 2021, que prohibieron toda práctica musical en público. Varios músicos de rubab han tenido que exiliarse para seguir actuando, o ahora deben tocar en la clandestinidad, so pena de represalias.
Ritos de desaparición
Entre otras prácticas presentadas ante la UNESCO, destacamos la fabricación de attiéké (sémola de yuca) en Costa de Marfil o de yuca (tortita a base de yuca) en Cuba, República Dominicana, Haití, Honduras o Venezuela. También presentaron candidaturas dos países que “necesitan una salvaguardia urgente”, a saber, Indonesia con el “arte escénico de Reog Ponorogo” y Botswana con el ritual Wosana. Este último ya no se practicaría en tres pueblos, fruto de un rechazo generalizado de los ritos tradicionales en favor del catolicismo. “Sólo hay 20 practicantes de edad avanzada disponibles para realizar el elemento en todos los pueblos donde se practica”, dice la UNESCO.