Los problemas revelados en el informe y abordados durante una audiencia especial en la Cámara el pasado miércoles no son más que el síntoma de “una enfermedad crónica”, “el exceso de una política global fallida”, indica el Frente Común, para quien un servicio profesional necesita una “mano de obra estable, independiente y adecuadamente remunerada”. Ésta es la mejor protección contra “las injerencias políticas, la corrupción y la precariedad”, continúa.
Los sindicatos también señalan que la mayoría del personal de CPAS está abrumado por la carga de trabajo. “Ya no pueden hacer el trabajo básico, y mucho menos comprobar todas las solicitudes en detalle”. Sin embargo, la administración sigue “sorda” ante las necesidades de personal, tanto sobre el terreno como dentro del CPAS. “Después de tres asambleas, seis paros, dos huelgas, numerosas acciones, propuestas y consultas en los últimos años, la situación aún no ha mejorado”.
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Por lo tanto, los sindicatos recomiendan una inversión urgente por parte de la Región de Bruselas en el CPAS de Anderlecht para ayudarle a afrontar la situación. “Debemos aprovechar esta debacle para fortalecer la posición del personal, para que finalmente pueda hacer su trabajo”.