Los parlamentarios deben votar el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social para comenzar la semana. Su rechazo obligaría al Primer Ministro a utilizar el artículo 49.3 para adoptar el texto, lo que llevaría a la presentación de una moción de censura de las oposiciones.
La hora de la verdad para Michel Barnier y su gobierno. El proyecto de ley de financiamiento de la Seguridad Social (PLFSS) regresa a la Asamblea Nacional el lunes 2 de diciembre. El texto presentado a los diputados proviene de una comisión mixta (CMP), durante la cual siete diputados y siete senadores llegaron a un acuerdo. Sin embargo, todavía contiene medidas que irritan a la oposición, como la reducción de las cotizaciones empresariales o el reembolso de los medicamentos, lo que compromete su adopción.
El inquilino de Matignon y Marine Le Pen seguían discutiendo posibles ajustes el domingo, confirmó el portavoz de los diputados de RN, Thomas Ménage, a France 3. Pero después de haber declarado La Tribuna del domingo que la censura no era “no inevitable” si Michel Barnier aceptara “negociar”y para hacer nuevas concesiones, Marine Le Pen estimó al final del día que el gobierno había “terminó la discusión”. “Está muy claro y de ello hemos tomado nota”volvió a decir el diputado RN, abriendo paso a la censura.
Porque si el texto puede modificarse hasta el último momento, el ministro de Presupuesto, Laurent Saint-Martin, pidió respetar la última versión resultante del CMP. “Volver a hacerlo sería socavar el Parlamento, la democracia y la deliberación, cuyo compromiso respetamos”le dijo al parisino. Suficiente para hacer saltar al RN. “Por terquedad y sectarismo, la minoría gubernamental pone fin al ciclo de negociaciones, a riesgo de provocar su censura”reaccionó en X el presidente de la RN, Jordan Bardella. “El Gobierno sigue abierto al diálogo, como lo ha estado desde el principio”respondió el séquito del Primer Ministro el domingo por la noche.
Las relaciones entre Michel Barnier y la oposición de izquierda en el Parlamento son igualmente tensas. Prueba de ello es que los senadores socialistas, ecologistas y comunistas abandonaron el hemiciclo el domingo durante los debates sobre el presupuesto de 2025. “fortaleza” del gobierno y de la derecha senatorial, que solicitaron, en el último momento, un nuevo examen de varias decenas de medidas ya votadas.
“El gobierno permite que sus posiciones las dicte la RN”había denunciado el domingo en LCI la jefa de los ecologistas, Marine Tondelier, mientras el ejecutivo hacía varios gestos para satisfacer a la RN. Porque Michel Barnier también desempeña su papel en el presupuesto. A falta de mayoría en la Asamblea, el Primer Ministro había advertido a mediados de noviembre que iniciaría “probablemente” la responsabilidad de su gobierno sobre el presupuesto utilizando el artículo 49.3 de la Constitución, que permite la adopción del texto sin votación. “Cuando veo lo que pasó en la Asamblea, parece difícil hacer lo contrario al final del debate, pero observarán que decidimos dejar que el debate se desarrollara allí”.explicó.
La utilización de un primer 49,3 por parte de Michel Barnier el lunes precipitará inevitablemente la presentación de una moción de censura de izquierda o de extrema derecha. La oposición dice que está lista para votarlo el miércoles (como muy pronto 48 horas después de su presentación). “Estamos esperando ver el proyecto de presupuesto de la Seguridad Social el lunes para sacar las consecuencias. Si el texto no ha evolucionado y el Gobierno se decide por el 49,3, votaremos la censura”había lanzado el diputado RN Jean-Philippe Tanguy en Los Ecos SÁBADO.
Por su parte, en una carta a Michel Barnier, el primer secretario del PS, Olivier Faure, y los jefes de los grupos parlamentarios socialistas, Boris Vallaud y Patrick Kanner, escribieron : “TÚ No nos dejen otra opción al comprometernos con el 49.3 que votar, con responsabilidad, para censurar a su gobierno”.
Si la moción de censura fuera votada por una mayoría de diputados (al menos 289), sería la primera caída de un gobierno desde 1962, cuando George Pompidou era Primer Ministro. El ministro de Economía, Antoine Armand, advirtió, sin embargo, de las consecuencias de un nuevo terremoto político, en particular un aumento de los tipos de interés de la deuda. “La ausencia de presupuesto y la inestabilidad política provocarían un aumento repentino y sustancial de los costes de financiación de la deuda francesa”declaró el sábado durante una rueda de prensa. El ministro llamó “cada uno tiene sus responsabilidades” para evitar que la crisis política vaya acompañada de una crisis financiera.