El jefe del Gobierno español anunció el miércoles un tercer paquete de ayuda por valor de casi 2.300 millones de euros para ayudar a las víctimas de las inundaciones que devastaron el sureste de España a finales de octubre, elevando el total de fondos asignados a las regiones afectadas a 16,6 mil millones de euros.
Las inundaciones de finales de octubre, las más graves en varias décadas en España, causaron enormes daños y derribaron numerosos comercios, provocando la ira en la región de Valencia, donde está prevista una nueva manifestación para el sábado.
Ante esta situación, Pedro Sánchez anunció el miércoles un tercer paquete de ayuda de cerca de 2.300 millones de euros, que incluye 60 medidas destinadas a “acelerar la vuelta a la normalidad y la recuperación de las zonas dañadas”. Esta dotación, que será aprobada el jueves por el Consejo de Ministros, eleva a 16,6 mil millones de euros el importe global de la ayuda puesta a disposición de las regiones afectadas por el Gobierno central, según el ejecutivo.
Fuego intenso a la derecha
El presidente del Gobierno socialista también defendió el miércoles la actuación de su Gobierno ante las inundaciones que devastaron el sureste de España a finales de octubre, acusando a sus detractores de “polarizar” la opinión y de “alimentar la desconfianza en las instituciones” ‘.
La pregunta “es si el gobierno español ha asumido (sus) responsabilidades y la respuesta es ‘sí’. Lo hizo desde el principio y lo seguirá haciendo mientras sea necesario”, aseguró Pedro Sánchez, que acudió a informar a los diputados españoles sobre su gestión de la tragedia. El ejecutivo hizo “lo que tenía que hacer” ante esta catástrofe, insistió el líder socialista, acusando a la oposición de “polarizar” la opinión, “de crear desaliento y alimentar la desconfianza en el respeto de las instituciones” desde la tragedia.
El Gobierno y el ejecutivo regional valenciano, liderado por el Partido Popular (PP, derecha), siguen culpándose mutuamente de los fallos en la gestión de las inundaciones del 29 de octubre, que causaron al menos 229 muertos, en cifras muy elevadas. mayoría en la Comunidad Valenciana. Estas acusaciones han tensado aún más el ya de por sí nocivo clima político español. En España, un país muy descentralizado, la gestión de desastres es, de hecho, responsabilidad de las regiones. Pero el Gobierno central, responsable de emitir alertas a través de la Agencia Meteorológica Nacional (Aemet), puede aportar recursos y tomar el control en casos extremos.
¿Nadie culpable, pero todos responsables?
Llamado a explicar su gestión de la catástrofe a mediados de noviembre, el presidente conservador de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, muy criticado por las víctimas por su gestión considerada caótica de la tragedia, reconoció “errores” y presentó sus “disculpas” a los vecinos. . Pero también criticó a los servicios del Estado central, y en particular a la Agencia Meteorológica Nacional, afirmando que esta última había activado la alerta roja “36 veces” en los últimos diez años, “sin que ninguna de ellas fuera seguida de inundaciones repentinas”. “Pido que no engañemos a la gente: si queréis encontrar a los culpables, buscadles, hacedlo, pero no señaléis con el dedo a los servicios públicos que han cumplido con su deber”, respondió el miércoles Pedro Sánchez, negando cualquier culpa del lado de las agencias estatales. Refiriéndose a la responsabilidad del Gobierno valenciano, consideró que no había habido un fallo del “sistema”, sino que “determinadas personas de muy alto rango” no habían “asumido sus responsabilidades” o las habían “ignorado completamente”. “Saber quiénes son estas personas es sencillo, en mi opinión, porque son los mismos que están volviendo a cometer errores y se ocupan de sembrar discordia cuando deberían centrarse” en la reconstrucción, insistió, en referencia implícita a Carlos Mazón.
Estos dardos despertaron la ira del líder del PP, Alberto Núñez Feijoó, que fustigó este miércoles la actitud de Pedro Sánchez: “Deberías ser el primero en pedir disculpas, pero lo que viniste a decir es que se había hecho todo bien.
Frente a los diputados, el presidente del Gobierno español se declaró “totalmente abierto” a la creación de una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre las inundaciones, aunque consideró que “todavía no es el momento” de crearla. “Si queremos que esta reflexión colectiva sea útil, no puede ser precipitada”, explicó, asegurando que este enfoque no es actualmente la “prioridad”.
Sami Nemli con agencia / ECO Inspirations