En Marruecos, las organizaciones de mujeres están haciendo sonar la alarma sobre el alcance de la violencia contra las mujeres. Piden que se refuercen los poderes de la policía judicial para gestionar estos casos de forma más eficaz.
En un informe reciente, estas organizaciones recomiendan que la policía judicial intervenga inmediatamente en todas las denuncias relacionadas con violencia contra las mujeres, bajo la autoridad del sistema de justicia competente. Estas intervenciones incluirían búsquedas, mayor acceso a los lugares afectados y una mejor recopilación y documentación de pruebas.
La Federación de la Liga por los Derechos de las Mujeres y la Red de Mujeres Solidarias dieron a conocer su “ Informe anual sobre violencia contra las mujeres para el año 2024“. Esto pinta un panorama sombrío de la situación, al tiempo que anuncia una iniciativa prometedora: el lanzamiento de la plataforma “ Información de Injad“, diseñado para incentivar a las víctimas a denunciar actos de violencia.
Según este informe, entre 2023 y junio de 2024 se declararon 4.535 casos de violencia a las redes Injad y Femmes Solidaires. El grupo de edad más afectado, entre 18 y 38 años, representa el 33% de los casos, seguido de los menores de 18 años, con el 6% de las denuncias. Las mujeres de entre 39 y 48 años no se salvan, representando el 22% de los casos, a menudo debido a la presión familiar y profesional que sufren.
El informe destaca las diferentes formas de violencia, a menudo trivializadas, que socavan la integridad física y psicológica de las víctimas. Así, las organizaciones registraron 4.961 casos de violencia psicológica, 2.415 casos de violencia económica y 1.107 casos de violencia física.
Destaca también que el 57% de los actos de violencia son cometidos por cónyuges, mientras que el 20% de las mujeres víctimas viven bajo amenaza de desalojo de su hogar, reforzando su precariedad.
Las historias de las víctimas incluidas en el informe revelan realidades impactantes: explotación de menores a través de Internet, discriminación sexista, dificultades específicas de las mujeres inmigrantes y marginación legal que persiste a pesar de los avances legales. Estos testimonios también ponen de relieve la continua estigmatización social y la normalización de las agresiones.
Las organizaciones de mujeres piden una reforma legislativa para adaptar las leyes marroquíes a las normas internacionales y a la Constitución. Insisten en la urgencia de una respuesta coordinada para luchar contra una lacra que interfiere en todos los aspectos de la vida pública y privada.