El ministro federal de Inmigración, Marc Miller, anunció el martes que Canadá está considerando fortalecer sus recursos fronterizos en respuesta a las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a todas las importaciones canadienses y mexicanas. Estas amenazas están condicionadas a que Canadá y México tomen medidas para detener el flujo de migrantes y drogas ilegales que cruzan la frontera con Estados Unidos.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, se registraron casi 200.000 “encuentros” en la frontera entre Canadá y Estados Unidos durante el año fiscal que finalizó en septiembre. Esta cifra incluye arrestos, personas consideradas inadmisibles y expulsadas de Estados Unidos. Robert García, jefe regional de la Patrulla Fronteriza, dijo que los agentes en el sector Swanton, que cubre la frontera de Vermont con Quebec, han detenido a más de 19.000 personas de 97 países durante el año pasado. superando el total de los 17 años anteriores.
En cuanto a las incautaciones de drogas, la agencia fronteriza estadounidense informa haber interceptado más de 5.000 kilos de sustancias ilícitas en la frontera canadiense el año pasado, incluidos unos 20 kilos de fentanilo. Al mismo tiempo, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) llevó a cabo importantes operaciones vinculadas a los cárteles de la droga mexicanos, incluido el arresto de tres personas en Surrey, Columbia Británica, y una operación conjunta con el FBI que condujo al arresto de nueve canadienses en Ontario y México.
Ante estos desafíos, el Ministro Miller destacó que Canadá está considerando varias medidas para fortalecer la seguridad fronteriza, incluido el aumento de los recursos dedicados. Esta iniciativa tiene como objetivo abordar las preocupaciones estadounidenses y al mismo tiempo proteger los intereses económicos y de seguridad de Canadá.
El anuncio de aranceles aduaneros del 25% por parte del presidente electo Trump ha generado preocupación entre las empresas canadienses, en particular las pymes de Quebec, que dependen en gran medida de las exportaciones a Estados Unidos. Estos aranceles podrían causar impactos económicos significativos, afectando las cadenas de suministro y aumentando los costos para los consumidores en ambos lados de la frontera.
Históricamente, las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos han estado marcadas por disputas arancelarias, particularmente sobre la madera y los productos de acero y aluminio. Estas disputas a menudo han dado lugar a negociaciones y acuerdos destinados a equilibrar los intereses económicos de ambas naciones.
En este contexto, Canadá se esfuerza por trabajar estrechamente con los Estados Unidos para abordar las preocupaciones comerciales y de seguridad fronteriza compartidas, protegiendo al mismo tiempo sus propios intereses económicos y la seguridad de sus ciudadanos.
Fuente: L’Actualité