El megaproyecto eólico de Des Neiges, cerca del Mont Sainte-Anne, acaba de recibir la autorización del gobierno de Quebec para seguir adelante, a pesar de los temores de los ciudadanos del sector.
El decreto adoptado por el Consejo de Ministros permitirá la instalación de 57 aerogeneradores en los terrenos privados de la Seigneurie de Beaupré, al norte del Mont Sainte-Anne. Las obras comenzarán en diciembre.
Y esto es sólo el comienzo, ya que ésta es sólo la primera fase del proyecto. En última instancia, habrá 365 aerogeneradores con una capacidad total de 1.564 MW en los terrenos del Séminaire de Québec, lo que lo convertirá en el mayor parque eólico del país.
Por lo tanto, Quebec decidió seguir adelante con el proyecto a pesar de las preocupaciones de los ciudadanos del sector, que temen el impacto visual que las grandes turbinas eólicas tendrán en el paisaje, muy apreciado por los amantes del aire libre.
El pasado mes de junio, la Oficina de audiencias públicas medioambientales (BAPE) concluyó que Boralex no superó la prueba de aceptabilidad social al minimizar las preocupaciones de los ciudadanos, aunque consideró que el proyecto eólico está “justificado” para promover la transición energética de Quebec.
La comisión destacó, entre otras cosas, que la empresa abordó demasiado tarde la cuestión del paisaje y que esto dejó la impresión de un “hecho consumado” que empaña la credibilidad del proceso de consulta.
Ante el descontento popular, Boralex acordó retirar los tres aerogeneradores más cercanos al Mont Sainte-Anne y se comprometió a no instalar ninguna infraestructura a menos de cinco kilómetros de la cumbre.
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