El Emergence Institute, a través de análisis rigurosos, evalúa cada año el progreso de los países hacia el objetivo de emergencia económica. Este seguimiento se basa en la metodología desarrollada por el economista senegalés Moubarack LO (Manuel d’Émergence, Éditions Harmattan, 2021).
El Índice Sintético de Emergencia Económica (ISEME), herramienta central de esta evaluación, mide el desarrollo de los países a través de cuatro dimensiones: riqueza inclusiva, crecimiento económico sostenible, transformación estructural e integración a la economía global.
En 2022, los países clasificados como emergentes (puntuación superior a 0,75) incluyen Irlanda (0,985), China (0,904), República Checa (0,886), Malasia (0,882) y Hungría (0,875). Estas naciones muestran un sólido desempeño económico en todos los aspectos del índice.
En el continente africano dominan Marruecos (0,663), Egipto (0,659) y Sudáfrica (0,615), a los que se suma Mauricio (0,600). Estos países están ganando el estatus de países emergentes, gracias al progreso constante en términos de crecimiento económico y diversificación.
son seguidos pors países clasificados como preemergentesen particular:
– Gabón (0,595),
– Túnez (0,567),
– Botsuana (0,553),
– Guinea Ecuatorial (0,525).
En tercera posición, la categoría de países potencialmente emergentes reúne a 31 de los 43 países africanos estudiados. Los mejores en esta categoría son:
– Senegal (0,498),
– Argelia (0,485),
– Congo (0,477),
– Costa de Marfil (0,467).
Finalmente, el países clasificados como subdesarrollados incluyen Gambia, Chad, Sudán, Malawi, Burundi y Sierra Leona.
Desarrollo global: fomentar el progreso para África
En 2022, la puntuación media africana se sitúa en 0,428, lo que supone un ligero aumento en comparación con 2021 (0,426). Entre los países con mayores aumentos se encuentran Congo, Marruecos, Egipto y Uganda. Por el contrario, se observaron algunos malos resultados en Mauritania, Zambia, Sudáfrica y Túnez.
Análisis comparativo de continentes.
La evolución de las puntuaciones del ISEME por continente a lo largo de 22 años revela tendencias contrastantes:
– Europa Oriental y Central: un aumento constante de 0,645 (2000) a 0,742 (2022), gracias a la estabilidad económica y a políticas favorables al desarrollo.
– Asia: Aumento del poder económico, con un aumento de 0,587 (2000) a 0,670 (2022), impulsado por China, India y otras economías emergentes.
– América: Un marcado aumento, pasando de 0,556 (2000) a 0,660 (2022).
– África: una mejora más moderada, de 0,353 (2000) a 0,425 (2022), lo que refleja esfuerzos progresivos pero aún insuficientes.
Centrado en Senegal: entre potencial y desafíos
En 2022, Senegal obtiene una puntuación ISEME de 0,498, lo que lo sitúa en el noveno lugar en África y en la categoría de países potencialmente emergentes. El país supera la media africana y ha progresado significativamente desde 1990, cuando tenía una puntuación de 0,351.
Puntos fuertes:
– Dinamismo económico: Crecimiento sostenido y un importante esfuerzo inversor.
– Riqueza inclusiva: Un aumento notable del PIB real.
Desafíos actuales:
– Transformación estructural limitada, debido al lento desarrollo industrial y al bajo valor añadido por trabajador industrial.
– La integración en la economía global sigue siendo insuficiente, a pesar de los avances en la diversificación de las exportaciones y las inversiones extranjeras.
Para alcanzar el estatus de país emergente (puntuación > 0,600), Senegal necesitará acelerar su diversificación económica y fortalecer su sector industrial.
Metodología del índice ISEME
El índice, también llamado Índice de Emergencia LO de Moubarack, se basa en 22 indicadores divididos en cuatro dimensiones principales: riqueza inclusiva, dinamismo económico, transformación estructural e integración global. La construcción de este índice sigue las recomendaciones metodológicas del Handbook on Constructing Composite Indicators (Nardo et al., 2008), garantizando una evaluación confiable y rigurosa.
