Su familia creía haber esparcido algunas de sus cenizas en Hawaii. James, sin embargo, estaba vivo y coleando. Un estadounidense de 50 años reapareció tres años después de su supuesta muerte y de la cremación de sus restos, informó este lunes 25 de noviembre el San Francisco Chronicle.
El diario californiano vuelve a la increíble historia de James Robinson, a quien toda su familia daba por muerto desde 2021 por un error de un médico forense. Un cadáver fue encontrado en una habitación de hotel en el distrito Tenderloin de San Francisco el 7 de mayo de 2021, víctima de una sobredosis. Los empleados en el lugar lo presentaron bajo el nombre de James Robinson a las autoridades legales, quienes no verificaron específicamente la identidad del cadáver, a pesar de flagrantes inconsistencias en la constitución o los tatuajes entre los informes de dos hombres.
Luego se comunicaron con la familia de James Robinson para contarles la noticia. Estos últimos pusieron fin a sus visitas habituales a la ciudad californiana, mientras el hombre vivía en la calle y era conocido por consumir drogas. Solicitaron que su cuerpo fuera cremado y poco después recogieron sus cenizas de las autoridades. Desde entonces, está entronizado en un altar de su casa en la Bahía de San Francisco después de haber difundido parte de él en Hawaii.
Pero todo cambió en julio cuando un amigo de la familia afirmó haber encontrado a James Robinson en la ciudad, en Market Street. La familia pidió explicaciones… y el médico forense de entonces admitió su error. El que nunca había dejado de vivir pudo reunirse brevemente con sus seres queridos y comenzar la desintoxicación, antes de desaparecer nuevamente voluntariamente, subraya el San Francisco Chronicle.
Los análisis de ADN realizados a partir de registros de habitaciones de hotel en 2021 permitieron determinar el 12 de noviembre que el hombre fallecido en 2021 era en realidad Jacob Bruce Chrisinger, cuya familia residía en parte en el estado vecino de Oregón. Su familia lo buscaba sin buscarlo realmente. Conocido por ser un vagabundo y un adicto a las drogas, tenía la costumbre de desaparecer durante varios meses y luego reaparecer repentinamente así como así.
Pero cuando su hijo mayor la llamó para contarle la muerte de Jacob en mayo de 2021, Patricia Hines no tuvo más remedio que aceptar la pérdida de uno de sus hijos, a la edad de 47 años. “Es horrible. Esta pobre familia. Su pobre hija. No sé qué decirles, me siento muy mal”, reaccionó este estadounidense de 70 años sobre los familiares de James Robinson tras este anuncio y el descubrimiento del error garrafal de las autoridades.
Su dolor y enojo son aún mayores hacia el médico forense que cometió este error: “No sé por qué dejaron que el personal del hotel identificara el cuerpo de mi hijo”, dijo Patricia Hines. No entiendo. Es muy frustrante. Siento como si hubieran tirado a Jacob a la basura”.
