Un estudio reciente de Corea del Sur, publicado en la revista Cartas de investigación geofísicarevela un impacto insospechado de la actividad humana: el eje de rotación de la Tierra se ha desplazado 80 cm desde 1899, consecuencia directa de la extracción intensiva de .
Entre 1993 y 2010, investigadores de la Universidad de Seúl utilizaron simulaciones matemáticas basadas en datos ambientales para explicar este fenómeno. Su conclusión es sorprendente: la extracción de 2.150 gigatoneladas de agua subterránea, redistribuidas en la superficie terrestre, desplazó el eje del planeta una media de 4,63 cm por año.
“Es como añadir un pequeño peso a una peonza”. explican los científicos, comparando esta perturbación con una especie de “escoliosis global”. Cuando una cantidad importante de agua es desplazada de su reservorio natural, cambia la distribución de la masa terrestre y, por tanto, la dinámica de su rotación.
Las regiones que más han contribuido a este desequilibrio se encuentran principalmente en las latitudes medias, incluido el oeste de América del Norte y el noroeste de la India, que son los principales centros de esta explotación intensiva.
Este cambio en el eje de la Tierra también amplificó el aumento del nivel del mar, añadiendo aproximadamente 6,24 mm al aumento global del mar. Esta repercusión se suma a los numerosos desafíos ambientales que ya plantea el cambio climático, acentuando la urgencia de una gestión más sostenible de los recursos hídricos.
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