Marruecos continúa su ambición de modernizar la infraestructura ferroviaria con un nuevo avance importante en el proyecto de la línea de alta velocidad (LGV) que une Kenitra con Marrakech. Esta ampliación, de importancia estratégica para el país, alcanzó un hito decisivo con la adjudicación de un contrato de obra civil por valor de 2,32 mil millones de dírhams (225 millones de dólares) al grupo chino Gezhouba, uno de los líderes mundiales del sector de la construcción.
El contrato adjudicado recientemente a Gezhouba se refiere a la construcción de varios viaductos en vías navegables estratégicas, incluidos los ríos Ikkem, Cherrat, Nfifikh, Dir y Maleh. Al proponer una oferta inferior a la estimación inicial de 2,76 mil millones de dírhams (268 millones de dólares), Gezhouba superó a sus competidores, entre ellos el marroquí SGTM (2,62 mil millones de dírhams) y otro gigante chino, el CCECC (2,51 mil millones de dírhams).
Gezhouba se convierte así en el quinto grupo chino que contribuye activamente a este transformador proyecto ferroviario, uniéndose a otras empresas como CRCC 20, China Railway No.04 Engineering, Shandong Hi-Speed Engineering-Construction y Covec. Estos jugadores comparten contratos por valor de entre 1.300 millones de dírhams (126 millones de dólares) y 4.500 millones de dírhams (437 millones de dólares). Su implicación demuestra la fuerte presencia china en la modernización de las infraestructuras marroquíes, un sector en el que Pekín viene fortaleciendo su posición desde hace varios años.
Sin embargo, las empresas marroquíes no se quedan al margen. Grupos como TGCC y Jet Contractors también obtuvieron importantes contratos por valor de 2.830 millones y 2.000 millones de dirhams, respectivamente. Estos actores locales desempeñan un papel crucial para hacer realidad este ambicioso proyecto, en colaboración con entidades internacionales como GTR, filial del grupo francés Colas, que obtuvo un contrato por valor de 2,2 mil millones de dírhams.
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Esta combinación de experiencia nacional y extranjera refleja un enfoque colaborativo destinado a garantizar el éxito de este proyecto. Al integrar socios locales y globales, Marruecos está optimizando las habilidades y los recursos necesarios para crear una infraestructura tan compleja como ambiciosa.
La ampliación del LGV Kenitra-Marrakech no se limita a la construcción de una línea ferroviaria. Este proyecto incluye una modernización completa del corredor ferroviario que une Kenitra, Rabat, Casablanca y Marrakech. También prevé la rehabilitación de las estaciones existentes, la conexión con la red ferroviaria tradicional, así como el desarrollo de instalaciones de mantenimiento, en particular el centro estratégico de Kenitra.
Al prestar servicio a localidades clave como Rabat, Aïn Atiq, Zenata y Nouaceur, esta línea de alta velocidad tiene como objetivo mejorar la conectividad entre las principales ciudades del reino. Más que un proyecto de infraestructura, forma parte de una estrategia global destinada a impulsar el crecimiento económico, reforzar el atractivo del país para los inversores extranjeros y posicionar a Marruecos como un centro de transporte regional.
A pesar de los avances realizados, el proyecto LGV Kenitra-Marrakech debe superar varios desafíos. El coste global, estimado en varias decenas de miles de millones de dirhams, exige una gestión rigurosa de la financiación y de los plazos. Además, la participación de empresas internacionales, aunque esencial para los aspectos técnicos, plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la experiencia extranjera y el desarrollo de habilidades locales.
Además, la elección de confiar una gran parte del trabajo a grupos chinos refleja una estrategia bien pensada de diversificación de los socios económicos de Marruecos. Esta orientación es parte de una dinámica en la que China, como actor global importante, está fortaleciendo su presencia en África a través de inversiones masivas en infraestructura.
La ampliación del LGV Kenitra-Marrakech representa mucho más que un simple proyecto ferroviario. Encarna la ambición de Marruecos de posicionarse como modelo de transporte moderno en el continente africano.