(AOF) – “Con la elección de Donald Trump, el precio del Bitcoin se ha disparado, lo que está atrayendo a nuevos inversores, como los fondos de pensiones”, señala Sylvain Bersinger, economista jefe de Asterès, en una nota publicada este jueves. Para él, este entusiasmo entre los inversores que supone gestionar con prudencia los ahorros que se les han confiado, unido a una probable reducción de las regulaciones por parte de Donald Trump, “presenta un nuevo riesgo en caso de una reversión del precio”, “probable para un activo n “sin valor intrínseco”.
El presidente electo declaró que quería hacer de Estados Unidos la criptocapital del planeta, lo que implicaría una reducción de las regulaciones y, en particular, el despido de Gary Gensler, presidente de la SEC, “considerado hostil al sector”.
Con el aumento de los precios, cada vez más fondos tradicionales, como los fondos de pensiones, integran Bitcoin (o ETF basados en Bitcoin) en su cartera, “ciertamente por cantidades todavía limitadas”.
Si el precio del bitcoin se desplomara, se produciría una caída del valor de los fondos que han invertido en este activo, lo que podría repercutir en el valor de las pensiones recibidas y, por tanto, en el nivel de consumo.
El economista prevé “movimientos de pánico que podrían desestabilizar a los bancos o a los fondos de inversión”. “El riesgo de una crisis financiera, muy difícil de predecir con certeza, parece bajo en este momento, pero podría aumentar”. “Las dos últimas crisis bancarias, en 2023 y 2008, deberían alentar la cautela”, cree Sylvain Bersinger, recordando que “la desregulación bancaria fue una de las causas de la quiebra del Silicon Valley Bank”.
“Es paradójico ver que Bitcoin, considerado por sus partidarios como una forma de eludir a los actores financieros tradicionales, sea adoptado por los mismos intermediarios que se suponía que debía eludir”, señala.