Apoyo incondicional a Israel, Estados Unidos se niega a actuar para detener los ataques en Gaza.
Estados Unidos impidió el miércoles al Consejo de Seguridad de la ONU pedir un alto el fuego “inmediato, incondicional y permanente” en Gaza, un nuevo veto en apoyo a su aliado israelí fuertemente denunciado por los palestinos.
“No hay justificación posible para un veto contra una resolución que intenta detener las atrocidades”, dijo el embajador adjunto palestino ante la ONU, Majed Bamya.
“Somos humanos y debemos ser tratados como tales”, añadió, golpeando con el puño la mesa del Consejo, considerando que el texto bloqueado ya era sólo “el mínimo indispensable”.
De hecho, los palestinos pedían una resolución en el marco del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas que permitiera al Consejo tomar medidas para hacer cumplir sus decisiones, por ejemplo con sanciones, lo que no fue el caso.
El texto elaborado por los diez miembros electos del Consejo, visto por la AFP, pedía “un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente que debe ser respetado por todas las partes” y “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”.
“Durante todas las negociaciones fuimos muy claros en que no podíamos apoyar un alto el fuego incondicional que no permitiera la liberación de los rehenes”, explicó el embajador adjunto estadounidense, Robert Wood, tras la votación, estimando que el Consejo habría enviado a Hamás “el peligroso mensaje de que No hay necesidad de volver a la mesa de negociaciones”.
La resolución “no era un camino hacia la paz sino una hoja de ruta hacia más terrorismo, sufrimiento y masacres”, comentó el embajador israelí Danny Danon, agradeciendo a Estados Unidos.
La mayoría de los otros 14 miembros del consejo, todos los cuales votaron a favor, deploraron el veto de Estados Unidos.
“Estamos abandonando a toda una generación de niños en Gaza”, afirmó la embajadora adjunta de Eslovenia, Ondina Blokar Drobic, afirmando que un mensaje unido e “inequívoco” del Consejo habría sido “un primer paso para permitir que estos niños tengan un futuro”. .
Al proteger a las autoridades israelíes, “Estados Unidos condona de facto sus crímenes contra la humanidad”, denunció Louis Charbonneau, de Human Rights Watch.
“Directamente responsable”
Hamás acusó a los estadounidenses de ser “directamente responsables” de la “guerra genocida” de Israel en Gaza.
El 7 de octubre de 2023, comandos infiltrados en el sur de Israel desde la vecina Franja de Gaza llevaron a cabo un ataque que provocó la muerte de 1.206 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales, incluidos rehenes asesinados o fallecidos en cautiverio.
Ese día fueron secuestradas 251 personas. En total, 97 permanecen rehenes en Gaza, 34 de ellos declarados muertos por el ejército.
En represalia, Israel lanzó una campaña de bombardeos masivos seguida de una ofensiva terrestre en Gaza que dejó al menos 43.985 muertos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Hamás, considerados fiables por la ONU.
Casi la totalidad de los aproximadamente 2,4 millones de habitantes han sido desplazados en este territorio azotado por una catástrofe humanitaria.
Desde el inicio de la guerra, el Consejo de Seguridad de la ONU ha luchado por hablar con una sola voz, bloqueado varias veces por los vetos estadounidenses, pero también rusos y chinos.
Las pocas resoluciones adoptadas no pedían un alto el fuego incondicional y permanente. En marzo, con la abstención estadounidense, el Consejo solicitó un alto el fuego excepcional durante el Ramadán –sin efecto sobre el terreno– y en junio adoptó una resolución estadounidense apoyando un plan estadounidense de alto el fuego en varias fases acompañado de la liberación de rehenes, que nunca se llevó a cabo. exitoso.
Algunos diplomáticos esperaban que tras la victoria de Donald Trump, los Estados Unidos de Joe Biden fueran más flexibles en las negociaciones, imaginando una repetición de lo ocurrido en diciembre de 2016.
Unas semanas antes del final del mandato de Barack Obama, el Consejo adoptó, por primera vez desde 1979, una resolución pidiendo a Israel que cesara la colonización en los Territorios Palestinos Ocupados. Una votación posible gracias a la decisión de los estadounidenses de no utilizar su derecho de veto, aunque hasta entonces siempre habían apoyado a Israel en esta cuestión.