Geneviève Darrieussecq informó al Senado este lunes 18 de noviembre que la Seguridad Social sólo cubriría el 65% del precio de las consultas, y también aumentaría el copago en el reembolso de los medicamentos.
Consultas médicas menos reembolsadas y un aumento de los gastos de bolsillo de los medicamentos: suficiente para aumentar el proyecto de ley de salud francés en 2025. Hablando este lunes 18 de noviembre frente a senadores a punto de abordar el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social para 2025, la ministra de Sanidad, Geneviève Darrieussecq, levantó el velo sobre las últimas decisiones del gobierno de reducir la tendencia al aumento del gasto en 5.000 millones de euros del seguro de salud en 2025. Esto se debe a que, ante la indignación de los profesionales de la salud y de las asociaciones de usuarios del sistema de salud, el gobierno ha revisado (un poco) su copia.
Efecto de recuperación
Así, el incremento de 10 puntos en el copago (el resto a pagar) en las consultas médicas anunciado a mediados de octubre se reduce finalmente a 5 puntos. Es evidente que la Seguridad Social, que actualmente reembolsa el 70% del coste de una consulta, sólo cubrirá el 65% en 2025. Sólo los pacientes con enfermedades de larga duración (ALD) seguirán siendo reembolsados íntegramente, más allá de la contribución a tanto alzado de 2 euros por cada consulta que se aplica a todos. Con este gesto, el gobierno espera evitar renunciar a la atención. Sin embargo, la cuenta no está ahí: la medida sólo le permite contar con 900 millones de euros de ahorro en lugar de los 1.100 millones previstos.
De ahí un desafortunado efecto de recuperación, esta vez sobre los medicamentos. Los pacientes, que desde abril ya tienen que pagar una franquicia de 1 euro por cada caja de producto vendida en las farmacias, también verán caer la parte reembolsada por la seguridad social en 2025: “El copago de medicamentos aumentará un 5%”, reconoce Darrieussecq. Los pacientes ALD y los más modestos, elegibles para un seguro médico solidario complementario, no se verán afectados. Otros tendrán que depender de su seguro mutuo para cubrir el costo adicional.
Al menos esta decisión tiene el mérito de la coherencia. Esto se debe a que los franceses consumen más medicamentos que sus vecinos europeos, y no siempre de forma sensata. Para cambiar hábitos perjudiciales para la salud pública y ruinosos para sus cuentas, el seguro de enfermedad acaba de lanzar una amplia campaña de información con un eslogan evocador: “El tratamiento adecuado no es necesariamente medicación”.
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