Lula pidió el martes no cejar en la presión para llevar a buen término las negociaciones sobre el clima en Bakú, refiriéndose a una “lucha por la supervivencia”, en el segundo día de una cumbre del G20 que no dio ningún impulso decisivo sobre el tema.
“No podemos posponer la tarea de Bakú a Belem (donde Brasil acogerá, en la selva amazónica, la próxima conferencia climática COP30 en 2025)”, advirtió Luiz Inácio Lula da Silva, que preside el G20 este año.
“La historia nos observa”, afirmó también el presidente estadounidense, Joe Biden, que dejará su cargo en enero, refiriéndose a “la mayor amenaza existencial para la humanidad”.
Los dos hombres hablaron en la apertura de la última sesión plenaria de la cumbre, dedicada al clima.
El G20 (19 países, además de la Unión Europea y la Unión Africana) representa el 85% del PIB mundial y el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por lo tanto, las expectativas climáticas para su cumbre en Río eran altas, antes del regreso a la Casa Blanca del escéptico del clima Donald Trump y cuando la conferencia de Bakú entraba en su recta final.
Lula puede presumir de éxito con el compromiso, en la declaración conjunta de los líderes del G20 publicada el lunes por la noche, de cooperar para gravar “efectivamente” a los más afortunados.
El texto también menciona “la necesidad de aumentar la financiación climática” y elevarla a “billones de dólares, procedentes de todas las fuentes”, subrayando las necesidades de los países pobres.
Pero para algunas ONG, el G20 no fue lo suficientemente lejos en la cuestión de quién debería pagar. E incluso dio marcha atrás en la cuestión de la eliminación gradual de los combustibles fósiles, al no retomar explícitamente la redacción que se había tomado de la anterior conferencia sobre el clima en Dubai y retomada en octubre en una declaración del G20 a nivel ministerial.
– “No hay lugar para el negacionismo” –
Lula llamó el martes a todos a hacer su parte.
“Incluso si no se arrancan más árboles, la Amazonía seguirá amenazada si el resto del mundo no cumple su misión de contener el calentamiento global”, afirmó. En particular, sugirió que “los países desarrollados del G20 anticipen sus objetivos” de neutralidad de carbono a “2040 o 2045” en lugar de 2050.
“En la lucha por la supervivencia no hay lugar para el negacionismo y la desinformación”, insistió también.
El mensaje cobra especial resonancia ante el regreso de Donald Trump, que prometió durante su campaña “perforar a toda costa”, cuestionó la realidad del cambio climático y dijo que quería sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima, como durante su primer mandato.
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo después de China.
“La crisis climática no esperará a Donald Trump”, advirtió Andrew Nazdin, director de la asociación ecologista Glasgow Action Team, durante una acción activista organizada al margen del G20, en la que pidió a los líderes “actuar ahora y con decisión para hacer frente al cambio climático”. crisis.”
Si el clima fue un tema importante en la cumbre de Río, también quedó atrapado en las noticias geopolíticas.
A pesar de los esfuerzos de Lula por hablar de los “pobres” en lugar de las guerras, estos últimos fueron invitados a la cumbre de Río, empezando por Ucrania.
También el martes, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, prometió desde Río una respuesta “adecuada” al lanzamiento ucraniano de misiles estadounidenses ATACMS contra Rusia, denunciando la implicación de Estados Unidos en estos ataques y considerándolo una “nueva fase” en el conflicto.
Washington acaba de autorizar a Kiev a utilizar sus misiles de largo alcance para atacar objetivos en Rusia. Y este último afirmó el martes que tal ataque se había producido durante la noche, el primero en 1.000 días de invasión rusa.
¿Tienes un proyecto inmobiliario en mente? ¡Yakeey y Médias24 te ayudan a hacerlo realidad!