El continente africano, ya desproporcionadamente afectado por la malaria, con el 94% del total de casos y el 95% de las muertes registradas en 2022, está preocupado por la instalación de un nuevo mosquito, elAnofeles stephensi.
Originario del sur de Asia, este vector particularmente eficaz de la enfermedad podría acabar con décadas de lucha contra la malaria (también llamada malaria), que se transmite por picaduras.
Ya presente en determinadas regiones de la Península Arábiga, elAnofeles stephensi ingresó a África a través de Yibuti en 2012. Luego, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo identificó en Etiopía y Sudán en 2016, en Somalia (2019) y Nigeria (2020). El año pasado, los medios locales informaron de su aparición en Ghana.
A diferencia de su primo Anofeles gambiae, Este mosquito, la especie vectora de la malaria más extendida en África, es resistente a las altas temperaturas y continúa picando durante la estación seca, cuando la transmisión generalmente alcanza su nivel estacional más bajo, subraya la OMS.
También pica más temprano en la noche, lo que hace ineficaz el uso de mosquiteros, la herramienta de prevención más eficaz para limitar la transmisión de la malaria. También es resistente a la mayoría de los insecticidas.
La erradicación de la malaria se aleja
La adaptabilidad de este mosquito y su progresión en África alejan aún más la esperanza de erradicar la malaria. Mientras que entre 2000 y 2014 “Hubo una disminución general de 243 millones a 230 millones de casos en los 108 países afectados”señala la OMS en su último informe anual, “Desde 2015, los casos de malaria han aumentado”hasta alcanzar los 249 millones en todo el mundo en 2022.
Un aumento especialmente localizado en el continente africano, donde la aparición deAnofeles stephensi A esto se suman otros factores que favorecen la propagación de la enfermedad: el cambio climático, que crea condiciones más favorables para la vida y reproducción de los mosquitos, sequías, hambrunas, guerras, etc.
Etiopía, un país del Cuerno de África afectado por varios de estos males, está experimentando una “aumento sin precedentes” del número de casos de malaria. La OMS registró 7,3 millones de casos entre el 1 de enero y el 20 de octubre de 2024, frente a los 4,1 millones del año anterior. El número de muertes se duplicó con creces, de 527 a 1.157.
Ante estas preocupantes perspectivas, varios países se están centrando en vacunar a los niños, que son particularmente vulnerables a la malaria. La OMS precalificó la vacuna contra la malaria R21 en diciembre de 2023. Desde entonces, Unicef ha distribuido más de 18 millones de dosis en 12 países africanos.