Lunes 18 de noviembre de 2024 a las 18:25 horas.
Río de Janeiro – Bajo la presidencia brasileña del G20, este lunes fue lanzada oficialmente la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, con el objetivo de fortalecer los esfuerzos internacionales para erradicar estos flagelos para 2030.
Esta Alianza, abierta a la membresía desde julio, cuenta ya con 147 miembros fundadores, entre ellos 81 países, la Unión Europea, la Unión Africana, 24 organizaciones internacionales, 9 instituciones financieras y 31 fundaciones filantrópicas y ONG.
Argentina es el único país miembro del G20 que aún no ha anunciado su membresía.
“La Alianza nació en el G20, pero su destino es global. Que esta cumbre esté marcada por la valentía de actuar”, dijo el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva durante su discurso inaugural en la Cumbre del G20 en Río de Janeiro.
“Este será nuestro mayor legado”, añadió.
Dieciséis años después de la primera reunión de los líderes del G20, “el mundo ha empeorado”, lamentó, señalando que “el máximo símbolo de nuestra tragedia colectiva sigue siendo el hambre y la pobreza”.
En 2024, según Lula, “tendremos 733 millones de personas todavía desnutridas. (…) En un mundo que produce casi 6 mil millones de toneladas de alimentos al año, esto es una aberración. Y en un contexto en el que el gasto militar alcanza los 2,4 billones de dólares, esto es inaceptable”.
“Corresponde a los reunidos en torno a esta mesa poner fin a esta plaga que deshonra a la humanidad”, instó.
Fruto de un año de negociaciones lideradas por Brasil, esta Alianza está tomando forma a través de acciones como los “2030 Sprints” destinados a erradicar el hambre y la pobreza extrema a través de políticas y programas de gran escala.
Para 2030, la Alianza pretende llegar a 500 millones de personas en países de ingresos bajos y medianos a través de programas de transferencia de ingresos, ampliar el acceso a comidas escolares de calidad para 150 millones de niños en regiones que enfrentan pobreza infantil y hambre endémica, y movilizar a miles de millones. en créditos y donaciones a través de bancos multilaterales de desarrollo para apoyar estos esfuerzos.
La gobernanza de la Alianza será independiente, aunque vinculada al G20, sin limitarse únicamente a los miembros de este grupo.
La gestión de la iniciativa se confiará a un Consejo de Campeones, respaldado por un Mecanismo de Apoyo. Se espera que este marco de gobernanza esté en pleno funcionamiento a mediados de 2025. Mientras tanto, Brasil asumirá un papel de apoyo temporal para garantizar el funcionamiento de las actividades principales.