¿Dónde aterrizará y con qué medios la Casa de los Mundos Africanos deseada por Emmanuel Macron? La cuestión se convierte en un dolor de cabeza gubernamental y hace estremecer el sitio histórico de la Monnaie de Paris donde se podría establecer este nuevo lugar cultural.
A pesar de una reunión interministerial a principios de octubre, todavía reina una gran vaguedad sobre la futura dirección de la MansA, que pretende ser un “cuartel general permanente” que promueva la creación africana contemporánea en un contexto de pérdida de influencia de Francia en el continente.
“La idea era volver a dar a Francia una oportunidad en un momento en el que está siendo perturbada en África y pagando por los errores de los sucesivos gobiernos”, explica el académico camerunés Achille MBembe, que inició el proyecto junto con Macron a finales de 2021.
La nueva institución multidisciplinar ya tiene su logo, su directora (la periodista y directora Liz Gomis), una decena de empleados y parte de su presupuesto, pero espera ansiosamente un arbitraje en su base, que condicionará también su campo de actuación.
Contactado por la AFP, el Ministerio de Cultura, que supervisa el sitio ante Asuntos Exteriores, no hizo comentarios.
Ante los diputados, la portavoz del Gobierno Maud Bregeon indicó a finales de octubre que MansA era “objeto de consultas, tanto sobre su alcance como sobre su calendario”, añadiendo que el Jefe de Estado decidiría el lugar de su establecimiento.
Contactado por la AFP, el Elíseo no hizo comentarios.
– “Elección mínima” –
Según varias personas cercanas al asunto, el Ministerio de Cultura pide a MansA que encuentre un lugar en la Monnaie de Paris, una institución creada en el siglo IX que cuenta con un museo, salas de exposición y una fábrica que produce monedas de colección y las medallas olímpicas.
En estos edificios situados a orillas del Sena, MansA podría esperar recuperar como máximo 1.000 m2, lejos de las ambiciones del proyecto inicial de una gran ágora con atrio, sala de exposiciones… En comparación, el Instituto de la Cultura Árabe El mundo se amplía en unos 17.000 m2 en París.
“La Casa de la Moneda es una opción mínima”, afirmó a la AFP una fuente ministerial que sigue el asunto. “Lo ideal hubiera sido construir un edificio, pero ya no hay dinero”.
Según esta fuente, el presupuesto de MansA también podría verse afectado. Cultura prevé destinarle 2,1 millones de euros en 2025, según el proyecto de ley de finanzas, y cinco millones procederían de Asuntos Exteriores. Pero “dependemos de las negociaciones presupuestarias y se revisará a la baja”, predice.
– Levantamiento de escudos –
En La Monnaie, la hipótesis, lanzada sin consulta, de ver las tierras de MansA también provoca protestas.
“Nos preguntamos quién tuvo esta idea y por qué”, dijo a la AFP Rodolphe Krempp, delegado sindical de CFE-CGC. “No hay sinergia entre las dos instituciones”.
Muchos señalan que la Casa de la Moneda, un lugar totalmente autofinanciado, corre el riesgo de verse privada de las salas que alquila y que le permiten funcionar sin ayuda estatal.
Los mismos temen que la futura estructura se haga cargo de toda la Casa de la Moneda, que emplea a 300 personas y cuyo museo reabrió sus puertas en 2017 después de 80 millones de euros de obras autofinanciadas.
“A MansA no le interesa venir aquí a menos que ocupen todo el lugar”, teme David Faillenet, representante de la UGICT-CGT en La Monnaie.
Contactada, la dirección del lugar y su autoridad supervisora, el Ministerio de Economía, no hicieron comentarios.
La polémica ha rebotado en el lado político. La Agrupación Nacional denuncia una “destrucción cultural” y acusa al gobierno de ceder a las “sirenas del arrepentimiento” respecto a África.
En París, el grupo comunista cree que una instalación de MansA en La Monnaie “pondría profundamente en duda la coherencia de los espacios y actividades culturales, industriales y comerciales” del lugar histórico, según un borrador de voluntad municipal obtenido por la AFP.
Según MBembe, el doloroso nacimiento de MansA en cualquier caso dice mucho sobre “las fuerzas que creen que Francia no tiene nada que hacer en África y que África no tiene nada que hacer en Francia”.
Contactada por la AFP, Liz Gomis defiende con uñas y dientes el proyecto.
“Es esencial tener un lugar en París para hablar de los mundos africanos en sentido amplio, en particular a través de las diásporas, y para contrarrestar el punto ciego que existe actualmente en Francia sobre la creación africana contemporánea, que abunda en todo el mundo”, ella dice.