Estas empresas, sospechosas de inflar artificialmente el valor de los bienes importados del Sudeste Asiático, en particular de China y Hong Kong, habrían transferido ilegalmente grandes sumas de dinero al extranjero.
El secreto fue descubierto gracias a la vigilancia de los servicios de seguimiento y análisis de la brigada nacional de aduanas. Según las fuentes, durante un control de las transacciones de importación, encontraron anomalías evidentes en las facturas, con precios declarados muy por encima del valor real de los productos. Hespress. Muebles, utensilios de cocina, lámparas, pequeñas herramientas… los bienes importados por estas empresas, con menos de tres años de antigüedad, parecen banales. Pero detrás de estos productos cotidianos se esconde una auténtica máquina de blanqueo de dinero.
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El intercambio internacional de datos aduaneros ayudó a confirmar las sospechas de los investigadores. ¡Algunas facturas supuestamente estaban “infladas” hasta en un 70% de su valor real! Además, las investigaciones revelaron la existencia de un sistema de “doble facturación” establecido por redes organizadas en los países exportadores.
Ante estas revelaciones, la aduana marroquí decidió atacar con dureza. En colaboración con la Oficina de Cambio, verifican la legitimidad de las transferencias financieras vinculadas a estas importaciones sospechosas. Las empresas exportadoras implicadas en el fraude fueron identificadas y denunciadas en los distintos pasos fronterizos, con el objetivo de evitar nuevas transacciones fraudulentas.
Para llevar a cabo esta búsqueda de defraudadores, la aduana se basa en su experiencia en el control de facturas y en un sistema de presentación de informes eficaz. La información proporcionada por la Oficina de Cambio permitió descubrir circuitos financieros complejos, con cuentas bancarias abiertas a nombre de empresas fantasma.
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