Las incursiones rusas en el espacio aéreo de los miembros de la OTAN son cada vez más numerosas. El Ministerio de Defensa británico afirmó el viernes que había movilizado aviones de combate de su flota tras detectar la presencia de un avión militar ruso “cerca” de su espacio aéreo, sin haberlo cruzado. Este incidente se produce unos días después de que se avistaran barcos militares rusos en el Canal de la Mancha.
Los incidentes que involucran a aviones rusos y de países de la OTAN han aumentado en los últimos años, incluso antes del inicio del conflicto en Ucrania. A menudo tuvieron lugar sobre el Mar Báltico, pero también en el Mar Negro y en otros lugares. En agosto de 2023, bombarderos rusos fueron interceptados por aviones de combate británicos mientras volaban al norte de Escocia, en el espacio aéreo controlado por la OTAN.
Rumania y Polonia
El pasado mes de julio, durante un ataque con drones rusos al puerto ucraniano, las autoridades de Izmaïl explicaron que “otros tres Shahed se perdieron de vista tras cruzar la frontera con Rumanía”, miembro de la OTAN.
A finales de agosto también se “perdió” otro dron en Polonia. Según Varsovia, durante un ataque masivo lanzado por Rusia contra Ucrania, un “dispositivo volador”, probablemente un dron Shahed, entró en territorio polaco antes de desaparecer del radar. Se trata de un nuevo caso de violación del espacio aéreo polaco desde la invasión rusa de Ucrania, el último registrado el pasado mes de diciembre.
Un dron que llegó a Letonia
En septiembre, un dron ruso cargado con explosivos se estrelló en el este de Letonia, según las fuerzas armadas del país. Según el coronel Viesturs Masulis, comandante de la Fuerza Aérea de Letonia, “el dron no apuntaba a un objetivo militar. […]de algún modo se desvió hacia Letonia”.
Como recordatorio, en noviembre de 2022, un misil ucraniano cayó sobre la aldea polaca de Przewodow, cerca de la frontera con Ucrania, matando a dos civiles, mientras Rusia llevaba a cabo ataques masivos contra la infraestructura civil ucraniana. Estas incursiones hacen temer que la OTAN se vea arrastrada a la guerra entre Rusia y Ucrania, y que los países afectados estén protegidos por un compromiso de defensa colectiva de la Alianza Atlántica.
