Al impulsar la transición energética en África, el desarrollo de capacidades industriales locales se está convirtiendo en un imperativo estratégico para muchos países del continente.
¡La marea está cambiando a favor de la producción local! A medida que los países africanos buscan explotar plenamente su potencial de energía renovable, la capacidad de fabricación local está surgiendo como un factor crítico para reducir costos, mejorar la accesibilidad y aumentar el valor agregado en el continente.
“África necesita aumentar su capacidad de producción de energía renovable y explotar sus minerales esenciales para impulsar el crecimiento de su sector de energía renovable”, dice James Mackay, director ejecutivo del Consejo de Energía de Sudáfrica, durante la Semana de la Energía de África (AEW) 2024 Cumbre del Hidrógeno.
Hoy en día, los países africanos enfrentan muchos desafíos en el desarrollo de cadenas de suministro locales en el sector de las energías renovables. La falta de inversión en infraestructura industrial, las lagunas en las regulaciones de incentivos y la falta de habilidades técnicas son obstáculos importantes.
“Necesitamos crear centros de habilidades en toda África, centrados en la investigación y el desarrollo, la fabricación y el desarrollo de habilidades”, enfatiza el Dr. Zwanani Titus Mathe, director ejecutivo del Instituto Nacional de Energía de Sudáfrica (SANEDI).
Sin embargo, la transición energética ofrece una oportunidad única para diversificar las economías africanas y crear empleos sostenibles.
“Incluso si la energía renovable no crea inmediatamente empleos a gran escala, la planificación estratégica podría generar millones de nuevas oportunidades”, según Ashutosh Singh de S&P.
Ventajas de la producción local
El desarrollo de capacidades de producción local tiene muchas ventajas para los países africanos. En primer lugar, reduciría significativamente los costos de importar tecnologías, haciéndolas más accesibles para los desarrolladores de proyectos.
“Desarrollar capacidades de fabricación local para componentes de baterías y otras tecnologías puede reducir significativamente los costos y mejorar la sostenibilidad”, dijo Dennis Bauer de Neuman & Esser.
Además, la producción local promovería la transferencia de conocimientos y habilidades, creando así una fuerza laboral calificada y oportunidades empresariales. La joven población africana, una ventaja estratégica según Carlos Torres Díaz de Rystad Energy, podría contribuir en gran medida a esta dinámica. Por último, una industria local de energías renovables permitiría captar una mayor proporción del valor añadido, estimulando así el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.
Marruecos, un actor prometedor
“Necesitamos considerar el desarrollo de cadenas de suministro locales para reducir costos y mejorar la accesibilidad”, enfatiza James White de Comet Energy. Hay que decir que el Reino tiene ventajas innegables, en particular sus vastos recursos naturales y su posición estratégica para exportar a Europa. Sin embargo, son necesarios esfuerzos significativos en términos de inversión, desarrollo de habilidades y cooperación público-privada.
Marruecos, pionero en energía solar y eólica, es líder en el desarrollo de una industria local de energía renovable, particularmente solar y eólica. Sin embargo, para mantener esta dinámica y maximizar los beneficios económicos, el Reino debe ir más allá y desarrollar un verdadero sector industrial local en este sector estratégico.
El desarrollo de una cadena productiva nacional de equipos (paneles solares, turbinas eólicas, componentes electrónicos, etc.) requiere importantes inversiones públicas y privadas en infraestructura industrial de última generación. Tendrán que crearse plantas de fabricación, centros de I+D y unidades de montaje. Para abastecer este sector, debemos formar masivamente ingenieros, técnicos y trabajadores cualificados en las distintas profesiones de las energías verdes. Es esencial un esfuerzo fundamental en la educación técnica y la formación vocacional para construir los recursos humanos necesarios.
Al igual que lo anunciado con Francia, Marruecos podría establecer asociaciones beneficiosas para todos con líderes internacionales dispuestos a transferir sus conocimientos y tecnología, a cambio de establecimientos industriales locales y acceso a un mercado prometedor. Para atraer estas inversiones, el Reino está creando un entorno económico, regulatorio y logístico muy favorable: zonas industriales específicas, incentivos fiscales, simplificación administrativa, infraestructuras de transporte eficientes, etc.
Por último, es crucial una estrecha sinergia entre los actores públicos y privados, ya sea en términos de financiación conjunta, reparto de riesgos, estrategias comunes de I+D o incluso configuraciones de proyectos integrados. Aprovechando sus activos naturales y geográficos y abordando estos desafíos de frente, Marruecos puede aspirar legítimamente a convertirse en un importante centro industrial regional para las energías verdes y capturar así una parte sustancial del valor añadido de este sector energético.
Integración regional beneficiosa
Más allá de las cuestiones nacionales, la integración regional de las cadenas de suministro representaría una influencia adicional. Al aunar sus fortalezas, los países africanos podrían alcanzar una masa crítica, atraer más inversiones y fortalecer su competitividad en el mercado mundial de energía renovable.
Sin embargo, este enfoque requeriría la armonización de los marcos regulatorios y una mayor coordinación entre los Estados. La colaboración entre gobiernos, empresas y comunidades es esencial.
En última instancia, el desarrollo de las capacidades de producción local constituye una cuestión crucial para permitir que África aproveche plenamente su inmenso potencial en energías renovables. Una dinámica así, impulsada por inversiones específicas y políticas proactivas, podría catalizar una verdadera revolución verde y sostenible en el continente.
Bilal Cherraji / Inspiraciones ECO