Contra todo pronóstico, la familia Guzzo conservará por el momento el control de su imperio cinematográfico. Pero cediendo a los argumentos de CIBC, el Tribunal Superior aún ordenó el nombramiento de un síndico para obligarlo a abrir sus libros.
“No tengo ningún problema en mostrar mis libros a los auditores. Incluso estamos acostumbrados”, reaccionó ayer por la tarde Vincenzo Guzzo, pocas horas después de conocer la sentencia.
“Lo que importa es que mantengamos el control de las operaciones y que mientras ellos hacen sus controles, podamos seguir proyectando nuestras películas como siempre lo hemos hecho hasta ahora”.
Una “urgencia” de entender
En una sentencia de 27 páginas, dictada a media tarde del viernes, el juez Michel A. Pinsonnault autorizó a Raymond Chabot a ejercer sus poderes respecto de una veintena de empresas vinculadas al grupo Guzzo.
“CIBC [Banque canadienne impériale de commerce] tiene razón en preocuparse por la situación y el Tribunal debe intervenir ejerciendo las facultades que le confiere el Ley de Quiebras e Insolvencia (LFI) dadas las circunstancias”, escribió el juez.
El nombramiento de un síndico interino es una “medida seria con consecuencias importantes”, continuó. “Existe una necesidad urgente de conocer y comprender completamente la situación financiera de cada una de las empresas del Grupo Guzzo para determinar si es necesario proteger los activos del Grupo Guzzo, por un lado, y, por el otro, proteger los intereses de CIBC.
Esta sentencia se produce tras la presentación, la semana pasada, de una solicitud de CIBC al tribunal para que éste designe urgentemente un síndico interino que le permita, espera, aclarar la gestión de su cliente. La institución financiera de Toronto estima que el déficit del Grupo Guzzo asciende a unos 38,6 millones de dólares.
Poderes, sin control
Mediante esta sentencia, se concede a Raymond Chabot el poder de acceder a todos los edificios, documentos, contratos, registros y libros contables del Grupo Guzzo.
Entre ellos se incluyen una decena de megacentros y empresas operadoras de cines, las empresas Cinémas Guzzo, Guzzo Construction y los restaurantes Pizzeria Giulietta y Giulietta Pizzeria Napoletana Lacordaire.
A pesar de esto, el juez concedió al Grupo Guzzo – contra la voluntad de CIBC – permiso para conservar el control total de sus activos y operaciones financieras.
Sin embargo, el juez lanzó esta advertencia: “El Tribunal no puede insistir más firmemente en la necesidad crucial de que el Sr. Vincenzo Guzzo y los demás directivos del Grupo Guzzo respeten escrupulosamente esta orden y colaboren estrechamente y sin reservas con el síndico y sus representantes. en el ejercicio de su mandato”.
Riesgo de desmantelamiento
Los poderes otorgados al síndico son por un período de 30 días, o hasta la posesión del inmueble por un síndico o síndico en quiebra, conforme a la BIA o la Ley de Arreglo de Acreedores de Sociedades (LACC). A continuación podría procederse a la venta de activos o al desmantelamiento de la empresa.
¿Vincenzo Guzzo está preocupado por esto? No precisamente. “Sabes, CIBC cobrará pronto y todo estará arreglado”, responde, pero se abstiene de fijar un calendario. […] Siempre he trabajado duro y ciertamente no será una pelea de ego con un banco lo que me derribará”.
Con Marie-Christine Trottier, de la Oficina de Investigaciones.