Así se pronunció el investigador durante la mesa redonda sobre el “El papel de los científicos en la transformación de las sociedades”organizado en Marsella el 7 de octubre de 2024 y retransmitido online. Una mesa redonda que formó parte del foro « Ciencia 4 Acción » con motivo del 80º aniversario del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD).
Dijo que en los últimos años en Túnez se ha recurrido con frecuencia a los científicos. “La voz del científico se encuentra en los consejos de ministros, en los altos funcionarios…” afirma Hakim Gabtni
“No podemos tener democracia sin educación, no podemos tener educación sin ciudadanía, no podemos tener todo esto sin ciencia”
François Taddei, « Instituto Planeta del Aprendizaje »Universidad Paris Cité
A modo de ilustración, señala que en este país norteafricano las presas casi se han secado desde septiembre debido al cambio climático.
“Los agricultores que consumen el 80% del agua han recurrido a las aguas subterráneas, con miles de operaciones de perforación ilegal. Y entonces, para convencer a los agricultores de que debemos detener esto, debemos convencerlos con argumentos científicos sobre el terreno. Hemos demostrado que hay un secado de las fuentes, que hay una salinización de los mantos freáticos y, poco a poco, se van convenciendo”, relata.
Agrega que “también estamos tratando de convencerlos de que cambien su tipo de agricultura para utilizar, por ejemplo, variedades de tomate resilientes o ancestrales que utilizan poca agua; realizar fitorremediación de sus suelos utilizando, por ejemplo, plantas que puedan extraer sal del suelo…”
“Creo que en tiempos de crisis relacionadas con el agua o la seguridad alimentaria por ejemplo, los científicos tienen su lugar y los tomadores de decisiones están obligados a convocarlos porque pueden ser intermediarios con la sociedad”, concluye el investigador.
Crear alianzas
Los panelistas recordaron que los científicos ciertamente desempeñan un papel esencial, pero no pueden transformar las sociedades por sí solos. “Si saben crear alianzas con otras comunidades, es posible”, afirma François Taddei, fundador y presidente de la « Instituto Planeta del Aprendizaje »una asociación de la Universidad Paris Cité que “explora, experimenta y comparte nuevas formas de aprender y cooperar para satisfacer las necesidades de los jóvenes y del planeta. »
Según sus explicaciones, lo mismo ocurrió durante el Siglo de las Luces, donde tuvimos una alianza entre las academias, incluidas las academias de ciencias, pero también las academias de artes, cartas para reinventar esta combinación que Condorcet (ex diputado francés, editor nota) definido muy bien.
“Dijo que no podemos tener democracia sin educación, que no podemos tener educación sin ciudadanía, que no podemos tener todo esto sin ciencia”, informa François Taddei.
Para estos últimos, este paquete ha sido utilizado varias veces a lo largo de la historia, “sólo tenemos que reinventarlo nuevamente hoy (…) La cuestión hoy es crear una ciudadanía planetaria, que podríamos llamar una “planetownership”una capacidad de pensar más allá de los muros de la ciudad para pensar en las fronteras del planeta”, argumenta.
Más allá de reinventar la ciencia, hay que hacerla más “participativa e inclusiva”, insiste Michèle Mbo’o-Tchouawou, subdirectora deLas mujeres africanas en la investigación y el desarrollo agrícola (OTORGAR).
“Más allá de los problemas socioculturales, de las limitaciones de diferente índole, hay muchos elementos que nos enfrentaron. Por ejemplo, la visibilidad del trabajo de investigación de las mujeres y el empoderamiento de las mujeres en la investigación”, afirma.
“¿Cómo podemos empezar a pensar en modelos inspiradores para nuestras generaciones más jóvenes de investigadores, y también crear comunidades de práctica, brindando la posibilidad de acceso equitativo a los recursos científicos”, se pregunta el investigador.
Una solución propuesta por AWARD es el desarrollo de programas de desarrollo de capacidades en el continente, con el fin de desarrollar modelos de tutoría científica en diferentes niveles.
“Creo que se trata sobre todo de saber cómo las mujeres alcanzan posiciones de liderazgo en la investigación y cómo influyen en las políticas públicas”, indica Michèle Mbo’o-Tchouawou.
La idea, explica, es demostrar que las mujeres pueden hacer investigación y que esto luego puede ser reconocido, no sólo a nivel local, sino también a nivel nacional o regional, como capaz de ayudar a encontrar soluciones a nuestros problemas en el continente. .
Asociación
Sobre todo, los científicos deberían poder identificar los proyectos más transformadores. Para ello, es necesario poner en marcha un modelo de colaboración, sugiere Patricia Ricard, presidenta del Instituto Oceanográfico Paul Ricard (Francia).
“El científico es genial cuando habla con otros: otros científicos, políticos, líderes empresariales, ONG… No podemos hacerlo todo, todo el tiempo… Deben existir los cuatro pilares de la sociedad”, dijo.
Patricia Ricard cree que también necesitamos financiación para la investigación a través de la filantropía. “Las asociaciones público-privadas son excelentes, pero cuando se agrega una pequeña dosis de filantropía, es esa pequeña cosa la que marcará la diferencia, es la pequeña cosa que traerá tiempo, porque la filantropía trae dinero, pero trae tiempo, porque no hay informes muy pesados, no hay un plan de negocios…”, dice.
Por: Béatrice Longmene Kaze, scidev