Las consecuencias del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podrían ser fatales para la acción climática global. Estados Unidos debería salir del Acuerdo de París, pero quizás también de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. De este modo, el país se retiraría de cualquier negociación sobre el clima.
“Recibimos una fuerte señal de un Estado poderoso que dice que el clima no le interesa, que ni siquiera lo finge”, se preocupa Kari De Prick, profesora asistente en el Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Ginebra, en La Matinale.
Toneladas de CO2 adicionales
De acuerdo a Cálculos breves de carbonola reelección de Donald Trump generará 4.000 millones de toneladas de CO2 adicionales hasta 2030, el equivalente a las emisiones de Japón y la Unión Europea en un año. Estados Unidos ya es la segunda nación que más gases de efecto invernadero emite.
Esta producción adicional sería inducida por el levantamiento de las restricciones a la extracción de petróleo, así como por la eliminación de las Agencias de Protección Ambiental y de Observación Oceánica y Atmosférica prometidas por Donald Trump. La Ley de Reducción de la Inflación, un vasto programa para apoyar la transición energética, también debería quedar en el camino.
La victoria de Donald Trump, descrito como un escéptico climático, preocupa a quienes luchan por proteger el medio ambiente. Robin Augsburger, miembro de la Huelga por el Clima en Suiza, teme las consecuencias de este mandato de cuatro años ante la emergencia. “Todas las acciones o inacciones actuales son en gran medida irreversibles”, critica el activista en La Matinale.
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