Esta primavera, una tienda de comida para llevar que ofrece kebabs en Rheintal (SG) supuso un duro golpe para las autoridades sanitarias de San Galo. Un cliente sufrió un desagradable caso gastro después de cenar allí a principios de marzo. El caso fue denunciado al servicio cantonal de alimentación, que realizó una inspección en el establecimiento el día 15 del mismo mes.
Resultado de los análisis de muestras: la carne servida contenía bacterias que causaban intoxicación alimentaria mucho más allá de los estándares aceptados. Se pidió al administrador que tomara medidas inmediatas. Pero, en los días siguientes, cinco niños enfermaron después de tomar un refrigerio en el bistró. Incluso tuvieron que ser atendidos en el hospital, que también informó de estos casos.
Luego, las autoridades regresaron inmediatamente al lugar para un segundo control y nada había cambiado. También se observaron deficiencias en cuanto a la datación de los productos alimenticios, su manipulación y su conservación. Un último control, realizado cuatro días después, demostró que aún no se respetaban algunas instrucciones.
El tribunal condenó al propietario mediante orden penal a mediados de noviembre. Fue declarada culpable de varias infracciones de las normas de higiene que podrían suponer un riesgo para la salud. Recibió una multa de 40 días y 130 francos y una pena suspendida de dos años. El responsable deberá pagar una multa de 3.000 francos y las costas procesales. Siempre es posible una apelación. No está claro si el restaurante sigue abierto y si desde entonces ha sido inspeccionado nuevamente.
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