Donald Trump logró este miércoles su apuesta de regresar a la Casa Blanca. Esta clara victoria provocó una onda expansiva en Estados Unidos y en todo el mundo.
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06 de noviembre de 2024 – 15.31
(Keystone-ATS) El regreso del republicano es tanto más extraordinario cuanto que su tercera campaña estuvo marcada por dos intentos de asesinato, cuatro acusaciones y una condena penal.
Como en 2016, su victoria fue clara y rápida: el expresidente ganó en unas pocas horas los dos estados cruciales de Carolina del Norte y Georgia, antes de que Pensilvania sirviera de trampolín y Wisconsin viniera a enterrar las últimas esperanzas de la demócrata Kamala Harris.
Incluso antes de que su victoria fuera oficial, el republicano recibió una lluvia de felicitaciones de funcionarios extranjeros, desde Emmanuel Macron hasta Volodymyr Zelensky, pasando por los talibanes en Afganistán. Vladimir Putin no tenía previsto felicitar a Donald Trump, según el Kremlin, precisando que éste sería juzgado por sus “acciones”.
Llamado a la “unidad”
El miércoles por la mañana, el republicano de 78 años contaba con un total de 276 electores frente a 219 de su rival, superando así el umbral de 270 necesarios para ganar estas elecciones por sufragio indirecto.
En su discurso de victoria, Donald Trump hizo un llamado a la “unidad”, instando a los estadounidenses a dejar “atrás las divisiones de los últimos cuatro años”.
Durante su campaña, sin embargo, atacó a su rival con insultos, acusó a los inmigrantes de “envenenar la sangre del país” y se burló de sus rivales. Hasta el miércoles por la mañana, Kamala Harris aún no había hablado.
“Aún más odio”
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca sumerge a millones de estadounidenses con gorras rojas en la euforia y a tantos otros en el miedo, traumatizados por su retórica cada vez más amarga.
El día después de las elecciones, algunos estaban en shock, como Freddy Lane, un neoyorquino de 29 años. “Es una puta mierda”, dice este joven desarrollador, afirmando que está “preocupado” de ver “aún más odio” extendiéndose en el país.
Donald Trump, el segundo presidente estadounidense de la historia en ganar dos mandatos no consecutivos, abandonó la Casa Blanca sumida en el caos hace cuatro años, sin reconocer su derrota. El 6 de enero de 2021, cientos de sus seguidores irrumpieron en el Capitolio para intentar impedir la certificación de la victoria de Joe Biden.
Pero el tribuno republicano logró, como en 2016, convencer a los estadounidenses de que él entendía mejor que nadie sus dificultades cotidianas. O mejor, al menos, que Kamala Harris.
Se esperan grandes agitaciones
Aún así, esta segunda presidencia de Donald Trump, con su naturaleza impredecible, podría ser una señal de grandes trastornos. El multimillonario propuso la “operación más grande” jamás realizada para deportar inmigrantes, desde el primer día.
Muy crítico con los miles de millones de dólares destinados a la guerra en Ucrania, prometió resolver este conflicto incluso antes de prestar juramento, una perspectiva que hace sudar frío a Kiev.
La guerra en Oriente Medio también se resolverá rápidamente, asegura el magnate inmobiliario, que tampoco explicó cómo.
El republicano, notorio escéptico sobre el clima, se ha comprometido a cerrar de nuevo de golpe la puerta al Acuerdo de París y a perforar en busca de petróleo “a cualquier costo”. En cuanto a la economía, Donald Trump quiere “robar empleos a otros países” mediante recortes de impuestos y aranceles aduaneros.
Sigue siendo mucho más vago en lo que respecta al derecho al aborto, considerablemente debilitado por los jueces del Tribunal Supremo a los que se enorgullece de haber nombrado.
Victoria en el Senado
El primer ministro francés, Michel Barnier, advirtió a los europeos “contra el sálvese quien pueda”, frente a Donald Trump, que ha prometido un giro proteccionista.
El nuevo presidente podrá confiar en el Senado, que los republicanos arrebataron de la noche a la mañana a los demócratas. Y su triunfo será completo si su partido conserva la Cámara de Representantes. Los demócratas están preocupados por sus crecientes amenazas contra un “enemigo interno” y su sed de venganza.
Hasta ahora se han filtrado pocos detalles sobre la elección de la futura administración Trump. Con una notable excepción para el multimillonario Elon Musk, que gastó más de 110 millones de dólares en la campaña del republicano.
Tormentos judiciales
Al elegir a Donald Trump, los estadounidenses han decidido poner al frente de la primera potencia mundial a un hombre de 78 años, que en enero se convertirá en el presidente de mayor edad en prestar juramento.
Un reincidente, que recibirá su condena el próximo 26 de noviembre en un caso de pagos ocultos a una estrella de cine porno. Todavía es demasiado pronto para decir qué efecto tendrá su elección en sus tormentos judiciales, que corre el riesgo de ir a prisión en varios casos.