Hydro-Québec presentó ayer una importante fase de refuerzo de sus líneas de 735 kV, columna vertebral de su red de transmisión eléctrica. Se trata del mayor proyecto de transmisión eléctrica de las últimas décadas y pasará necesariamente por la Costa Norte.
La región produce mucha energía con los complejos hidroeléctricos de Manic-Outardes, Sainte-Marguerite, La Romaine y próximamente un primer parque eólico. Entre 2031 y 2036, Hydro-Québec añadirá una serie de torres de alta tensión entre Sept-Îles y Baie-Comeau, así como una subestación eléctrica estratégica en la costa norte.
Gran impacto en la región
La asesora de relaciones comunitarias de Hydro-Québec en la costa norte, Cathy Hamel, confirma que pronto se aclarará el eje regional del Plan de acción de transporte 2035. El trazado de la futura línea de alta tensión a lo largo de 160 km al oeste de Sept-Îles no está definido. Se han iniciado consultas con las comunidades indígenas y el sector municipal.
El primer objetivo de las inversiones en el eje Costa Norte es integrar la producción a partir del aumento de potencia de las centrales eléctricas existentes. También permitirán la incorporación de fuentes de energía renovables y apoyarán el desarrollo industrial de la región. Hydro-Québec también pretende mejorar la fiabilidad y la resiliencia de la red Côte-Nord en un plazo de 12 años frente a fenómenos meteorológicos cada vez más intensos.
En total, Hydro-Québec prevé beneficios económicos de más de 7 mil millones de dólares, que beneficiarán a todas las regiones de Quebec. Se han definido tres zonas prioritarias: Côte-Nord, Appalaches-Bas-Saint-Laurent y Vallée-du-Saint-Laurent. Estos ejes permitirán integrar nueva producción eléctrica y transportarla de manera eficiente a los lugares de consumo.
Fortalecer la red de transporte
Hydro-Québec calcula que la lucha contra el cambio climático requerirá un marcado aumento de la producción de electricidad limpia. Para 2035, necesitaremos 60 TWh más, o entre 8.000 y 9.000 MW de potencia instalada adicional. Hydro-Québec debe reforzar la red principal de transmisión para integrar la nueva producción y garantizar su fiabilidad.
En una primera fase, el proyecto incluirá tanto la optimización de la red existente como la construcción de cerca de 850 kilómetros de nuevas líneas de transmisión de 735 o 315 kV y cinco subestaciones eléctricas estratégicas en tres ejes. Estas infraestructuras permitirán integrar la producción, transportar energía adicional por todo Quebec, así como mejorar la fiabilidad y la resiliencia de la red frente a fenómenos meteorológicos cada vez más intensos.
“Para tener éxito en la transición energética, no sólo tendremos que consumir mejor, sino también producir más electricidad. Esta nueva energía tendrá que ser luego transportada hasta nosotros. Este gran proyecto para mejorar la red de transporte es mucho más que una respuesta técnica a una necesidad de infraestructura. Es un pilar de la descarbonización para un futuro en el que Quebec seguirá siendo líder en energía limpia”, explica la vicepresidenta ejecutiva y responsable de operaciones e infraestructuras de Hydro-Québec, Claudine Bouchard.