Este 1 de noviembre se cumple el 70º aniversario de la insurrección del 1 de noviembre de 1954 que abrió la Guerra de Argelia y finalizó con la independencia de Argelia.
Desde 2017, el Presidente de la República busca mirar la historia de la colonización y la guerra de Argelia en su verdad, con el objetivo de lograr la creación de una memoria pacífica y compartida. Esta ambición, cuyo acto fundacional es la Declaración Conjunta de Argel, es también la del Presidente TEBBOUNE.
El Presidente de la República considera que el trabajo de verdad y reconocimiento debe continuar.
Reconoce hoy que Larbi BEN M’HIDI, héroe nacional de Argelia y uno de los seis líderes del FLN que lanzaron la insurrección del 1 de noviembre de 1954, fue asesinado por soldados franceses puestos bajo el mando del general AUSSARESSES.
Larbi BEN M’HIDI, nació en 1923 en Constantinois, obtuvo allí su título escolar y continuó sus estudios en la escuela secundaria. Se unió a los exploradores musulmanes y luego se convirtió en un activista nacionalista. Las masacres de Constantina de mayo-junio de 1945 reforzaron sus convicciones a favor de la independencia de Argelia. Tras el inicio de la insurrección, fue puesto al frente de Oranie antes de convertirse en el artífice del primer congreso del FLN, celebrado en el valle de Soummam el 20 de agosto de 1956. Este congreso fundó el programa de este nuevo partido, dando prioridad a la acción política y el fortalecimiento de la resistencia desde dentro.
Nombrado responsable de la Zona Autónoma de Argel en 1956, fue así uno de los principales actores de “la batalla de Argel” iniciada en enero de 1957, donde, en palabras de Albert CAMUS, tuvieron lugar “las bodas sangrientas”. contra civiles y represión militar”.
Como ya reconoció el Presidente de la República a Maurice AUDIN y Ali BOUMENDJEL, esta represión fue acompañada por la instauración de un sistema al margen de la sociedad de los Derechos Humanos y de los Ciudadanos, posible gracias a la votación de “poderes especiales” al Parlamento, dando carta blanca al Gobierno para restablecer el orden en Argelia y permitir la adopción de un decreto que autorizaba la delegación de poderes de policía al ejército, declinada por decreto de la prefectura, primero en Argel y luego en toda Argelia, en 1957.
En este contexto, entre las numerosas personas, inocentes o culpables, arrestadas se encontraba Larbi BEN M’HIDI.
Las imágenes tomadas durante su arresto en febrero de 1957 lo muestran esposado pero sonriendo, con una expresión de orgullo en su rostro. Los soldados franceses que lo conocían por su reputación quedaron impresionados por su carisma y coraje. Así, los hombres del 3.er Regimiento Colonial de Paracaidistas del Coronel BIGEARD se pusieron firmes y le presentaron sus armas.
Esto se entrega oficialmente al Comandante AUSSARESES, quien es responsable de encontrar un lugar seguro para guardarlo. Oficialmente, Larbi BEN M’HIDI intentó suicidarse a escondidas de sus guardias. Oficialmente murió durante su traslado al hospital. Pero esta versión fue inmediatamente cuestionada, como lo fue para Ali BOUMENDJEL y Maurice AUDIN, tanto en Argelia como en Francia. A principios de los años 2000, el general AUSSARESSES finalmente admitió que lo había asesinado.
En 2002, el general BIGEARD incluso planeó ir a Argel para depositar una corona de flores en homenaje a Larbi BEN M’HIDI, declarando: “Cuando luchamos contra un enemigo digno, a menudo nace la camaradería”.
El reconocimiento de este asesinato demuestra que el trabajo de verdad histórica que el Presidente de la República inició con el Presidente Abdelmadjid TEBBOUNE continuará. Éste es el papel asignado a la comisión mixta de historiadores, creada por los dos Jefes de Estado y cuyas conclusiones validó recientemente el Presidente de la República.
Pensando también en las generaciones futuras, el Jefe de Estado se compromete, una y otra vez, a buscar formas de reconciliar las memorias entre los dos países.