Dejar a su empleador por la competencia puede ser complicado y, a veces, incluso arriesgado

Dejar a su empleador por la competencia puede ser complicado y, a veces, incluso arriesgado
Dejar a su empleador por la competencia puede ser complicado y, a veces, incluso arriesgado
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Publicado el 1 de noviembre de 2024 a las 06:57. / Modificado el 01 de noviembre de 2024 a las 07:11.

Hace unos años, Jeanne* dejó su empresa, activa en recursos humanos, por una oferta de trabajo que le gustaba. Sí, pero: la empresa que contactó con ella no era otra que una gran rival suya. Ante este anuncio, su jefe se enfada mucho: Jeanne debe abandonar el local inmediatamente. Más tarde, incluso la demandó: “Sabía que esto podía pasar por la cláusula de no competencia de mi contrato, pero al mismo tiempo me parecía inaplicable: casi me prohibía ejercer mi trabajo y mis propias habilidades. en otros lugares”, dice Jeanne. Al final se llega a un acuerdo financiero que conviene a ambas partes y el nuevo empleador, según lo prometido, cubre los gastos incurridos.

Llegar a su nueva empresa tampoco fue fácil: “Sentía culpa por los problemas causados ​​y cierta presión por demostrar mi valía”.

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