El cantón de Basilea-Ciudad, elegido para acoger Eurovisión 2025 tras la victoria del cantante Nemo, organizará un referéndum en noviembre tras la oposición de la Unión Democrática Federal (UDF). Este partido conservador denuncia el acontecimiento como un vector de propaganda.
Suiza, que obtuvo el derecho a albergar Eurovisión 2025 gracias a la victoria de Nemo, un artista no binario, durante la edición de 2024, podría ver este proyecto cuestionado. En Basilea, donde se ratificó en agosto la elección de la sede de la competición internacional, se celebrará un referéndum el 24 de noviembre, después de que el partido Unión Democrática Federal (UDF) haya reunido suficientes firmas para solicitarlo.
La UDF denuncia un uso “ideológico” de fondos públicos
El presupuesto de 37,5 millones de francos suizos previsto para acoger el evento está financiado en parte por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora de Eurovisión, pero requiere una participación significativa del cantón. La UDF, un pequeño partido calificado de ultraconservador por los medios suizos, lanzó su petición contra esta financiación, alegando que Eurovisión promueve valores contrarios a los suyos. Critica especialmente el lugar otorgado a la comunidad LGBT+ y considera que el evento “hace aceptables ciertos comportamientos”, citando el antisemitismo e incluso el satanismo en referencia a la actuación de la artista irlandesa Bambie Thug.
El sábado, el partido presentó 4.203 firmas, más del doble del umbral requerido, al Ayuntamiento de Basilea. El gobierno cantonal aún debe verificar la autenticidad de estas firmas, pero es casi seguro que el referéndum se organizará durante la próxima jornada electoral suiza, prevista para el 24 de noviembre.
Apoyo político limitado a la UDF en Basilea
En una ciudad donde la mayoría de los partidos, incluida la derecha radical UDC, aprobaron el presupuesto de Eurovisión en septiembre, la UDF es una excepción. Daniel Frischknecht, presidente de la UDF, justificó esta oposición afirmando que “El cantón podría encontrar formas mucho mejores de gastar su dinero”. El partido insiste en que no se opone ni a la música ni a la orientación sexual de los participantes, pero se opone a la “politización” del concurso, que considera incompatible con los valores cristianos que defiende.
Un precedente histórico para Suiza
Suiza sólo ha acogido Eurovisión dos veces: en 1956, en la primera edición en Lugano, y en 1989 en Lausana, tras la victoria de Celine Dion el año anterior. Desde entonces, el concurso ha adquirido una dimensión global: la edición de 2024 fue seguida por 163 millones de espectadores.
El resultado del referéndum del 24 de noviembre determinará si Basilea mantendrá o no su papel de sede de la edición de 2025. En caso de victoria del “sí”, este evento marcaría el regreso de Suiza a la escena musical europea después de 35 años. años de ausencia.
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