El expresidente de Bolivia, Evo Morales, dijo el domingo 27 de octubre que “hombres encapuchados” había disparado catorce tiros contra su vehículo e hirió a su conductor, en Cochabamba, en el centro de Bolivia. “El auto en el que llegué recibió 14 disparos. Eso me sorprendió. Afortunadamente hoy estamos vivos (…). Fueron encapuchados quienes dispararon (…). Estaba planeado, era matar a Evo”dijo en entrevista con la emisora de radio Kawsachun Coca.
En su página de Facebook, Evo Morales publicó un video filmado desde el interior de un automóvil en movimiento, donde se lo muestra sentado en el asiento del pasajero, con agujeros de bala en el parabrisas. El conductor aparentemente resultó herido, pero continuó conduciendo. No se pudo establecer de inmediato la autenticidad de estas imágenes.
Este episodio ocurre en un contexto convulso en Bolivia. El país se ve afectado desde hace dos semanas por cortes de carreteras y enfrentamientos entre partidarios de Evo Morales y la policía, que se saldaron con 14 policías heridos y 44 civiles detenidos, según el gobierno. En total, se han denunciado más de una veintena de puntos de bloqueo, la mayoría de ellos en el estado de Cochabamba (centro-oeste), bastión político del expresidente, primer indígena en dirigir Bolivia (2006-2019).
Este fin de semana, el presidente boliviano Luis Arce nombró nuevos líderes militares y exigió el retorno a la ley y el orden. “En la situación actual, la sociedad nos pide imperativamente, al gobierno y a las fuerzas armadas (…) preservar los más altos intereses del país como la seguridad del Estado y el restablecimiento del orden público”dijo el Jefe de Estado la noche del sábado al domingo al presentar al nuevo estado mayor militar en La Paz.
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