Con motivo de la cumbre europea, los jefes de Estado de los 27 países que la componen se mostraron ampliamente este jueves a favor de la creación de una ley de “emergencia” destinada a “acelerar” las expulsiones de inmigrantes en situación irregular.
Una posición esperada. Reunidos en una cumbre europea en Bruselas, los Veintisiete alzaron su voz este jueves contra la inmigración irregular, pidiendo “urgentemente” una ley para acelerar las expulsiones, tras debates que también pusieron de relieve fuertes desacuerdos en el seno del bloque.
“El Consejo Europeo pide una acción decidida, a todos los niveles, para facilitar, aumentar y acelerar los retornos de la Unión Europea”, insistieron los Estados miembros en las conclusiones de la cumbre. Invitan a la Comisión Europea a presentar rápidamente “una nueva propuesta legislativa”.
Un debate que ha “evolucionado”
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tomó la iniciativa el lunes y propuso una nueva ley en un calendario aún por determinar. Una iniciativa similar fracasó en 2018, pero “seis años después, el debate ha evolucionado”, “hacia la derecha” del espectro político, señala un responsable europeo.
Anteriormente, los 27 habían discutido extensamente los “centros de retorno”, una propuesta inflamable para el traslado de inmigrantes a centros de acogida en terceros países. De hecho, la Italia de Giorgia Meloni, jefa de gobierno y del partido de extrema derecha Fratelli d’Italia, ha llegado a un acuerdo controvertido con Albania, donde están empezando a llegar los primeros inmigrantes detenidos en aguas italianas.
Pero varios funcionarios europeos se mostraron reacios a tal medida, y el canciller alemán Olaf Scholz creía que estos centros serían sólo una “gota en el cubo” y “no una solución” para los “países grandes”. Los “centros” “nunca han demostrado en el pasado” que sean “muy eficaces y siempre han sido muy caros”, criticó el primer ministro belga, Alexander De Croo.
España, por su parte, se opone a estos centros externalizados, mientras que Francia, con cautela, pide “favorecer los retornos cuando las condiciones lo permitan”, en lugar de “en centros en terceros países”, según el Elíseo.
