lLas películas de Veit Helmer, como Tuvalu, Absurdistán, Sostén y su ultimo Góndoladar rienda suelta a la audacia y exteriorización de un universo emocional y humano que no necesita palabras para contarse o explicarse.
El espectador se deja transportar por los viajes que narran sus películas, con libertad, ligereza y una aparente sencillez que mantiene la vida misma como un tesoro, tal como puede serlo cuando es escrutada con atención y esperanza.
Góndola es una película muda, ambientada en las montañas de Georgia en la que un teleférico conecta un pueblo con un pequeño pueblo del valle. Allí trabajan dos mujeres jóvenes, Iva y Nino, y sus cabañas se cruzan una vez cada media hora, creando cada vez un momento de felicidad y celebración.
Tal cual : En tus películas le das una importancia crucial a la imagen. No hay diálogos, ni palabras. El espectador emprende un viaje exclusivamente visual. El ojo del espectador se vuelve entonces un poco como una cámara y no se detiene en los textos ni en los subtítulos. Por qué ?
Veit Helmer: Para mí, la fuerza del cine son las imágenes. Desde el momento en que los actores hablan, hay menos espacio para las imágenes. Se convierte en televisión. Contar historias con imágenes es verdaderamente el significado del cine. Es un trabajo duro, pero me encanta. Cuando tiene éxito, es un pequeño triunfo para mí.
¿Los gestos y la comunicación no verbal surgen naturalmente de los actores o también se trata de una representación teatral? ¿Cómo trabajas con ellos?
“Cuando alguien tiene sentimientos, puedes verlos en sus ojos”
Veit Helmer
A veces los actores piensan que tienen que hacer muchas muecas cuando no hay diálogo para expresar sus sentimientos, pero eso no es cierto. Cuando alguien tiene sentimientos, puedes verlo en sus ojos. De hecho, no se debe hacer teatro en el cine: la cámara es un instrumento muy sensible, que transmite mucho.
A menudo trabajas con pueblos eslavos. ¿Crees que hay una magia, un surrealismo o un “realismo mágico” en estas tierras?
En mi búsqueda de lugares de rodaje, me fui lejos de mi país. Vengo de Berlín. Mi primer largometraje se rodó en Bulgaria. He rodado otras películas en el Cáucaso, Azerbaiyán y Georgia, en particular para Gondola.
Hay algunos cineastas muy fuertes allí. Encontré equipos completos. Cuando encuentro a alguien con quien me entusiasma trabajar, lo contrato para el próximo proyecto. También hay muchos lugares de rodaje que aún no se han mostrado en los cines, y me encanta encontrar estos “tesoros” para mí y los espectadores.
¿No puedes encontrar estos “tesoros” en Alemania?
Estoy terminando una nueva película para niños. Está rodado 100% en Alemania, Berlín y las regiones alrededor de la ciudad. Esa es la otra cara de mi trabajo, muy loca. Para los niños hago otros experimentos. Trabajo con muchos animales. A los niños les gusta ver evolucionar a los animales, les resulta muy divertido.
Cuando eliges actores, ¿qué buscas en sus rostros y en sus actuaciones?
“Un actor que se arriesga puede cometer errores, pero sobre todo puede triunfar. Un actor que nunca arriesga no puede hacer nada”
Veit Helmer
El casting es el trabajo más importante. Cuando encuentro a los actores adecuados, dirigir se vuelve realmente fácil y prefiero tener actores que me sorprendan, que intenten hacer algo, que asuman riesgos. Un actor que se arriesga puede cometer errores, pero sobre todo puede triunfar. Un actor que nunca arriesga no puede hacer nada.
¿Buscas en tu cine la “pureza” y la naturalidad del niño? ¿Este deseo de magia en la vida viene de tu infancia?
Como señaló el director francés Leos Carax (conocido por sus películas que combinan rareza y tragedia, nota del editor) durante su clase magistral durante el festival: “El cine también es un juego, y cada generación inventa su propio juego.”. Crecí con las películas de Charlie Chaplin y Jacques Tati. Encontré en este cine algo que luego se perdió y que no podemos encontrar en el cine actual.
Casi todo se volvió demasiado “televisivo” para mí. Busco en mi trabajo crear algo simplificado. En realidad, la simplicidad no es algo simple, es algo difícil de hacer.
¿Por qué hay tantas personas solitarias y aisladas que no pueden comunicarse en este mundo, como si estuvieran en “pequeñas bolas de cristal”?
Para mí, es un poco el vínculo entre todas mis películas, cuento historias de personas solas, solitarias, que en soledad intentan contactar con los demás, acercarse. Quizás esta sea un poco la cuestión central de la vida, la comunicación entre humanos.
