TRIBUNA
Artículo reservado para suscriptores
Un colectivo de ONG llama al futuro gobierno francés a condenar públicamente las violaciones de los derechos humanos en Guinea y exige la liberación inmediata de los dos activistas guineanos Foniké Menguè y Mamadou Billo Bah, denunciando la censura de los medios de comunicación.
Han pasado dos meses desde que Oumar Sylla, conocido como Foniké Menguè, y Mamadou Billo Bah, militantes guineanos de Tournons La Page (TLP-Guinea) y del Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC), fueron secuestrados. El 9 de julio desaparecieron mientras participaban en una campaña ciudadana pacífica de denuncia de la censura de los medios de comunicación en Guinea.
A pesar de los informes que apuntan a las fuerzas de seguridad por su secuestro, las autoridades guineanas han negado cualquier responsabilidad y afirman que no saben dónde se encuentran. Mohamed Cissé, un activista capturado junto a ellos antes de ser liberado, ha denunciado en las redes sociales el desplazamiento forzado y la tortura que él y sus compañeros han sufrido. La situación está provocando una gran preocupación, alimentando la ira y el miedo entre sus seres queridos, pero también en toda la comunidad comprometida con la defensa de los derechos humanos y la democracia en Guinea.
A pocos meses del fin previsto de la transición militar, el clima político se torna cada vez más alarmante. Los militares, que llegaron al poder mediante un golpe de Estado el 5 de septiembre de 2021, habían suscitado inicialmente muchas esperanzas entre la población. Sin embargo, tres años después, la desilusión es amarga. El presidente de la transición, Mamadi Doumbouya, dirige ahora un Estado en el que reinan la represión, el autoritarismo y la violencia. Cualquier forma de crítica es duramente reprimida.
Intensificación de la represión
A partir de 2022, tras haberse disuelto
